21:57 LES GANÓ A TODOS

El croata Iván Ljubicic se coronó campeón en Indian Wells con el primer Masters 1000 de su carrera al derrotar en la final al estadounidense Andy Roddick por 7-6(3) y 7-6(5), en dos horas y siete minutos. Para Ljubicic, de 31 años, ésta era su cuarta final en un Masters 1000 y nunca había ganado uno de esos títulos hasta hoy sumando el 10º en su cuenta personal.
Además en este torneo eliminó a tres top ten, el serbio Novak Djokovic, el español Rafa Nadal y por último en el partido decisivo al oriundo de Nebraska, el local Andy Roddick.
Además fue el cuarto partido que Ljubicic le ganó a Roddick de los once que disputaron. Ambos habían chocado por última vez en los cuartos de final de este torneo en 2007, cuando el estadounidense se impuso en dos sets que se definieron en tiebreak.
En el duelo de sacadores fue el estadounidense quien avisó por partida doble en el primer set. Primero con 2-1 a su favor, cuando desperdició tres breakpoints. Después con 5-4, pero de nuevo el croata, impasible, salvó una nueva situación de peligro con sorprendente tranquilidad.
Ljubicic , uno de los jugadores más potentes con su servicio en el circuito con 66 puntos con el 1º saque hasta este partido, respondió en el momento clave y en el tiebreak se adelantó por 3-0, suficiente para hacerse con la primera manga en un durísimo set que duró 64 minutos.
En el segundo set ambos tenistas mantuvieron su gran solidez en el saque y de nuevo Roddick fue el primero en amenazar con ganar el set y llevarlo a una tercera y definitiva manga. Con el 4-4 dispuso de dos bolas de quiebre, pero el nivel del croata no aflojaba y de nuevo todo se definiría en una nueva muerte súbita.
Ahí los errores no forzados del norteamericano le pasaron factura y Ljubicic con su servicio , su arma letal (20 aces) sentenció el marcador y ganó el partido para asombro de todo el público que fue a ver a su ídolo local .
Es el primer croata que alcanza la final en la historia del campeonato. Sólo Goran Ivanisevic había llegado a semifinales con anterioridad, en 1996.



ADRIÁN ORDOÑEZ