Con una muy buena tarde de Maxi Moralez –con gol incluido-, Vélez derrotó en su visita a All Boys en el Islas Malvinas por 2 a 1, y se unió al lote de equipos que ganaron todo en lo que va del Torneo Apertura. El enano, con una preciosa rosca de tiro libre, abrió el marcador y el Burrito Martínez habían adelantado al Fortín de Villa Luro, mientras que Fernando Sánchez, en el complemento, descotó para el aurinegro de Floresta.La euforia de volver a ver al Albo disputando luego de 30 años un encuentro de Primera División en el Cajoncito de Jonte, hizo que el recién ascendido saliera con todo en el arranque. Con la propuesta de juntar a dos jugadores finos como Grazzini y Pérez García, le daba precisión en el traslado de la pelota y, junto con la buena circulación que le daba Barrientos en la salida, le permitían a los dirigidos por José Romero adueñarse del terreno y atreverse ante un Vélez dormido, y desorientado por la estrechez del campo.
Pero, con la solidez y el equilibrio de Somoza y Zapata para recuperar y distribuir hacia las bandas, la V azulada, con el correr de los minutos, fueron recuperando la compostura y la armonía en su juego. En la última línea, el Seba Domínguez se hacía patrón y, además de ordenar, ayudaba a Cubero en la toma de Pérez García y del uruguayo Rodríguez.
Promediando los últimos minutos de la etapa, Maxi Moralez se abrió camino por el vértice izquierdo del área y Casteglione lo tuvo que bajar. El propio Frasquito tomó el balón, y la chanfleó esquinada al palo opuesto a la figura de Cambiasso, que sólo atinó a mirarla.
Maxi seguía haciendo lío por la izquierda, moviendo los hilos por ese sector, o bien desde alguna diagonal, era el mejor de la cancha por entender por donde venía la mano para vulnerar la resistencia aurinegra. Con sus gambetas, o buscando ampliar la cancha con Papa o Augusto, el 10 de Vélez rompía con los anticuerpos defensivos de All Boys. Justamente, Maxi conectó con JM Martínez filtrándose a espaldas de Casteglione, y con una definición cruzada, el Burrito marcó el segundo gol.
Era justo porque, una vez adecuado a las medidas del terreno, y tomado la patente de lo que el local proponía, Vélez supo adiestrar a sus piezas y, con el talento de ellos, comenzó a hacer valederos sus argumentos y proposiciones en Floresta.
Sobre todo en el segundo tiempo, se notaron las sustanciales diferencias entre uno y otro. Comenzaron mostrarse las pequeñas sociedades en el Fortín, y su engranaje tan bien aceitado le daba rédito en cuanto a posesión y utilización del balón. Contra los nervios y el querer y no poder de All Boys, sabido con el correr de las acciones más débil y con menos recursos a mano.
En la hora de los cambios, y el Albo usufructuaba mejor ese momento. Con Fernando Sánchez para abrir la cancha por derecha, y con el chino Zárate para renovar ideas en la creación. Gareca, por su parte, le agregaba compañía con el ingreso de Razotti. De un centro del chino al segundo palo, Matos la devolvió al punto del penal, y lo encontró a Sánchez, que la terminó empujarla.
No le alcanzó el último esfuerzo del conjunto de Floresta, que vio escapar otra chance de sumar, pese a haber tenido minutos de buen toque y protagonismo.
IVÁN ISOLANI
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