11:48 LA DINASTÍA BOSTON

Herido en su orgullo y humillado por el mal primer encuentro, por fin apareció en todo su esplendor Boston. Su arte para defender, el esfuerzo en conjunto para secar a Kobe Bryant -21 puntos-, y las tremendas actuaciones de Ray Allen en la primera mitad y de Rajon Rondo (la gran figura) le permitieron a los Celtics llevarse este segundo choque por 103 a 94 y llevar la historia a Boston, con la serie empardada en 1.
Con Bryant sobre Rondo a distancia, no cuerpo a cuerpo, esta actitud evidenciaba una clara muestra del planteamiento de los Angeles: negarle las penetraciones al aro al talentoso base (su gran fuerte) y otorgarle cierto crédito al tiro a distancia, aprovechando que su mecánica de tiro aún está en proceso de perfeccionamiento.
Mejor Boston en defensa, volviendo a la constante de permitir pocos puntos al rival. Con Allen muy encimado a Kobe, atacándolo y amagándole para no dejarlo pensar sus movimientos. Más encerrado Gasol entre los internos, no predominaba tanto en los rebotes, pero sí contribuía con untos extrayéndoles faltas a Garnett y a Big Baby Davies.
Del triángulo de estrellas celtas, afuera Garnett por 3 faltas –jugó en la primera mitad 6 minutos y monedas-, Pierce casi sin contacto con el balón y poco barajado como opción, creció la figura de Allen. Con la defensiva al hombre de los Lakers retraída en su semicírculo, el 20 cargó sus manos de venenosos teledirigidos y comenzó a desorbitar en cancha a sus marcadores (Fisher primero y Bryant después) y a Phil Jackson, que no encontraba solución a los 27 puntos encestados en la primera mitad por el escolta, 21 de ellos por 7 triples (con el octavo que marcó, logró el record en playoffs de la historia).
Los 12 puntos de distancia con que finalizó la primera mitad a favor de Boston (58 a 42) rápidamente lo borraron con el codo. Con la desconcentración ya registrada del juego 1, las concesiones en el rigor defensivo y las grietas en esa zona 2-3, empardaron las acciones en el tablero.
Con el objetivo cumplido de quitarle el tiro exterior a Allen (sólo 5 puntos desde su furiosa mitad inicial) los internos le devolvieron el alma al cuerpo a los locales. Con Gasol óptimo en todas sus acciones -26 puntos y 7 rebotes en total-, apareció en escena su compañero en la llave, Andrew Bynum, sacando pecho y, además de fajarse con los pivots, aportó 20 tantos para la causa.
Palo a palo en el último. Big Davies batallando en ambas zonas pintadas, se imponía en rebotes y en el poderío físico. Con Bryant apremiado por faltas y Gasol reponiendo energías en la banca, la parte interna bostoniana encendía sus alarmas: 5 faltas para Garnett, 4 para Perkins, Davies y Sheed Wallace. Así es como Bynum, las arremetidas de Jordan Farmar o la misma búsqueda de Bryant, se orientaban al rose físico, para continuar cargando a los internos.
En los momentos en donde las faltas obligaron al recambio, o para que descanses los titulares, la banca de Doc Rivers sacó a más a flote el barco: 24 puntos en total contra los 15 de los de Phil Jackson. Casualmente, los 9 de diferencia en el resultado final.
El último cuarto, íntegro, tuvo a Rajon Rondo como el MEN OF THE MATCH. Brillante sobre el mic, el base hizo de todo (19 puntos y 12 rebotes) e hizo hacer de todo (10 asistencias) para lograr un triple-doble, y arrebatarle el tan valioso partido fuera de casa a los Lakers, y mudar la serie a Boston el martes.
IVÁN ISOLANI