10:38 PUNTO Y BANCA

Hasta el tercer cuarto, las acciones venían parejas. Pero el excelente desempeño de los suplentes –sobresalieron Davis, el goleador del equipo con 18 puntos y Robinson con 12-, sumado a la producción en el último período (36 tantos contra 27 de los Lakers) y la gran diferencia en los rebotes (41 a 34, 16 de esos 41 fueron en ofensiva) fueron las claves de la victoria 96 a 89 de los Celtics de Boston en el Juego 4.
Tomando las riendas Pierce en el inicio, herido en su orgullo el jugador franquicia, asumió el protagonismo en la ofensiva a través de cortes hacia el aro con el balón dominado y desafiando la férrea oposición de Ron Ron Artest. 10 puntos para el 34 de los Celtics al término del primer período, y 19 en la noche.
Ray Allen alternando entre las acciones ignotas en el costado ofensivo, pero activo, punzante y agresivo en la marca ante Kobe Bryant, forzando al máximo cada uno de sus tiros. De hecho, el escolta angelino encestó sólo 2 tiros en el primer cuarto, y fueron verdaderas hazañas de tiro.
En el juego de relevos, Boston encontraba y encontró en el pivot Glenn Davis, y en la jugada de pared y desmarque, una fórmula certera para estar al frente en varios pasajes del encuentro. Idéntico resultado obtenía Phil Jackson con Lamar Odom y su buen dribbling y el poder para transportar el balón o asistir.
A las 6 pérdidas de los anfitriones en el período, los Angeles se potenció por lo eficaz en los tableros que estuvo la dupla Bryant-Gasol, con 8 puntos para el ayuda base y 9 para el Catalá. Los visitantes anotaron 10 de 15 de campo (un 67%), mientras que Boston encestó un 41%, para establecer el 45 a 42 al cabo de la primera mitad.
Balanceado el goleo en Boston. Perkins era el indicado para lanzarle toda su complexión física a Gasol –incómodo en la posición 5- y le permitía ese enroque por lesión de Bynum, mayor protagonismo a Garnett ante Odom y su exceso de faltas. A los Laguneros los seguía guiando Kobe y sus tiros detrás de los 6,25 (marcó en el cuarto 3 y en todo el encuentro 6).
En el último período, la banca de los Celtics, con un basket desteñido pero a la vez alocado, no sólo secó las intenciones ofensivas de los Lakers –Tony Allen se comió a Kobe en la defensa- y la superioridad en los rebotes de un conjunto sobre otro (41 para Boston a 34 de los Angeles).
Pero además del factor Davis en la llave -18 puntos- y la desfachatez del petiso Nate Robinson y sus penetraciones -produciendo 12 tantos- establecían un colchón de diferencia.
Con este triunfo, Boston logra emparejar la serie en 2, y buscará el próximo domingo a las 21 hs para lograr el desnivel clave y necesario para la definición en Los Angeles la semana próxima.
IVÁN ISOLANI