13:36 SIN EMBRUJO

Sin destellos en su juego pero con la solidez que los caracteriza, Estudiantes de la Plata le ganó, con el gol de Gastón Fernández, a San Lorenzo en el “Nuevo Gasómetro”, y quedó más solitario que nunca en la cima de la tabla con 5 puntos de ventaja.
Es notorio que la partida de varias de sus figuras y las lesiones del plantel actual, en especial la de Juan Sebastián Verón para este encuentro, han hecho mermar el nivel de Estudiantes, que no muestra el buen juego que se le vio en torneos anteriores.
El partido arrancó con el control de la pelota por parte del equipo “Pincha”. Esta vez no contó con la magia de “La Brujita”, pero si estuvo bien ordenado por Rodrigo Braña, quien parece como si bebiera antes de los partidos un conjuro que lo hace jugar siempre bien.
Los dirigidos por Alejandro Sabella crearon más de 4 ocasiones claras de gol antes de los 20 minutos de juego, y no precisamente por arte de magia, sino todo lo contrario, por elaboración de juego abriendo la pelota de un lado a otro, entendiéndose muy bien entre los jugadores, destacándose por momentos la conexión de Enzo Pérez y “La Gata” Fernández y las dos ocasiones de Braña dentro del área contraria, resueltas muy bien por Damián Albil.
En respuesta, el equipo de San Lorenzo no encontró la forma de generar peligro en el arco contrario. Los pelotazos en busca del uruguayo Sebastián Balsas siempre fueron bien controlados por la ordenada línea de tres de los visitantes, comandada por su capitán Leandro Desábato.
La cuota de brillo estuvo en los pies de “La Gata” Fernández, quien a los 26 minutos convirtió un exquisito gol que silenció a todo el estadio, pero que al pedirles perdón a los hinchas de su ex equipo y no gritarlo, los hipnotizó de tal forma que sólo pudieron levantarse y aplaudir lo sucedido.
No era que se tratara de un hechizo que Estudiantes puso sobre el equipo de Ramón Díaz, sino de un funcionamiento colectivo que se ha consolidado con el trabajo de mucho tiempo, que han tenido que recomponer varias veces sobre la marcha, apelando siempre a su buen orden defensivo y, por qué no, tocados por una vara mágica que los ayuda de vez en cuando.
En todo el primer tiempo el dominio de los visitantes fue muy marcado. Está claro que en el fútbol se puede tener un poco de suerte, pero también hay que ayudar a que aparezca y no esperar ser tocados por una varita.
El encanto desapareció en la segunda etapa. La seguidilla de partidos entre semana se tenía que hacer notar en algún momento. Fue evidente el cansancio en los jugadores del equipo de La Plata y, sumadas las lesiones de Pérez y Germán Ré, deseaban más que nunca tener el conjuro exacto para adelantar el final del partido.
San Lorenzo intentó sacar ventaja pero no pudo. Ni los desbordes por parte de su capitán Diego Rivero, ni la asociación entre Leandro Romagnoli y Diego Placente, lograron romper el hechizo de su rival y cambiar lo que parecía estar ya escrito.
Al final Estudiantes consiguió una excelente victoria que lo mantiene bien arriba en la tabla, dejó en claro que está para llevarse el título, que no quiere repetir errores de torneos anteriores, y menos que necesita de un embrujo que lo hechice para saber las cosas que tiene que hacer para alcanzar su objetivo.