Argentinos Juniors derrotó a San Lorenzo en La Paternal por 1 a 0 y continúa con su levantada anímica. Mientras tanto, el conjunto de Boedo no encuentra la salida del mal momento futbolístico que está pasando.
La primera etapa fue dominada de principio a fin por el local, mantuvo el orden en todo el equipo, se sacrificó en cada pelota y generaba juego en los pies del, petiso Niell. San Lorenzo jugó el peor primer tiempo del campeonato. El local contó con muchísimas situaciones de gol, pero la falta de definición o las salvadas oportunas sobre la línea, no le permitieron irse al descanso con más de un gol a favor. El mismo llegó a los 23 minutos, cuando Rius mandó una pelota al corazón del área tras un corner y Nicolás Blandi, habilitado, capturó el mismo y tocó suavemente al gol ante un indefenso Migliore.
Lo de San Lorenzo era todo desconcierto, su defensa no ofrecía garantías. En el medio, el doble cinco no frenaba a nadie y no recuperaba la pelota. Arriba, Romagnoli, Menseguez y Rovira brillaban por su ausencia y no se encendían. La única clara que tuvo en la primera etapa, fue al inicio del partido, cuando Pereyra, desde inmejorable posición, definió al cuerpo de Navarro.
Lo de San Lorenzo era todo desconcierto, su defensa no ofrecía garantías. En el medio, el doble cinco no frenaba a nadie y no recuperaba la pelota. Arriba, Romagnoli, Menseguez y Rovira brillaban por su ausencia y no se encendían. La única clara que tuvo en la primera etapa, fue al inicio del partido, cuando Pereyra, desde inmejorable posición, definió al cuerpo de Navarro.
En el entretiempo, Ramón Díaz buscó ordenó a su equipo e hizo ingresar a Rivero y Reynoso por López Méndez y Herner. Su equipo mejoró y se adelantó en el terreno de juego, ayudado por Argentinos Juniors, que se retrasó y apostó a la contra. La visita fue sin ideas y casi siempre se chocó con la defensa del “Bicho” que estaba muy bien parada. En cuanto a las llegadas más claras, siguieron siendo para los dirigidos por Pedro Troglio, que gracias a la mala definición no pudo cerrar el encuentro. El Ciclón apenas arrimó con un débil cabezazo de Pereyra y un sinfín de centros al área que nunca pudo aprovechar.
Fue un justo triunfo de Argentinos, que continua con su levanta, logró su tercer triunfo consecutivo y los dos últimos ante un grande. Por el lado de Boedo todo es incertidumbre, perdió su quinto partido en sietes fechas y su técnico no encuentra el camino para acarrear su falcón.
DIEGO LA CAVA
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