Maduro, serio, con aplomo y manejando siempre los tiempos del partido, All Boys logró otra victoria valiosa en Floresta. Esta vez, la víctima fue un pálido Newell’s, con los goles de Mauro Matos y de Emanuel Perea.
Ya de arranque, a la Lepra se lo notaba desestabilizada en la faz defensiva. Con el Tano Vella prácticamente anulado en sus funciones, por tener que contener y preocuparse por el recorrido del uruguayo Rodríguez, a su espalda se tiraba alguno de los puntas, obligando a Alayes a tener que salir lejos de su zona y exponer al Rolo Schiavi.
El que proponía, abarcando y usufructuando mejor a sus piezas, era el Albo. Con la permanente rotación de sus delanteros, que mantenían en constante alerta a los 3 zagueros ante alguna eventual diagonal al vacío. La creación y la distribución estaba a cargo del chiquitito Pérez García, pero con la cooperación de los dos pivot centrales, porque Sánchez y Barrientos no sólo cortaban, sino que eran salida clara y precisa desde el círculo central.
Newell’s, oprimido y con sus piezas claves tomando relativamente poco contacto con en las decisiones importantes, le quedaba a muchos metros el terruño de Nico Cambiasso, y se le hacía bastante difícil poder iniciar su circuito de juego en la zona céntrica, porque Bernardi era siempre instigado por el retroceso de Ereros o del propio Pérez García.
A los 35’, Ereros fue tomando posición por la izquierda, aprovechando un pelotazo de Barrientos. Encaró de lleno al Flaco Alayes, cuando se lo sacó de encima, sacó un remate alto que pasó la existencia de Peratta y se estrelló en el poste opuesto. En el rebote, Fernando Sánchez la tomó en pleno punto del penal y asistió al goleador Matos, que sí pudo marcar el gol en Floresta.
Sin un funcionamiento estructurado, con pocos espacios otorgados por el rival, y sin el aporte natural de Formica o de los carrileros, a la Lepra le faltaba consistencia en los metros de la verdad, y convicción para proponer algo distinto. Cuesta arriba se le hizo, cuando Pérez García se lanzó por la izquierda y desbordó otra vez a espaldas de Vella, y con Alayes lejos de su zona de patrullaje, y el centro lo pescó Emanuel Perea por el otro lado y metió un cabezazo potente a media altura, que se le fue alejando al flaco Peratta de su posición, y decretó la expansión en el tanteador.
Ya de arranque, a la Lepra se lo notaba desestabilizada en la faz defensiva. Con el Tano Vella prácticamente anulado en sus funciones, por tener que contener y preocuparse por el recorrido del uruguayo Rodríguez, a su espalda se tiraba alguno de los puntas, obligando a Alayes a tener que salir lejos de su zona y exponer al Rolo Schiavi.
El que proponía, abarcando y usufructuando mejor a sus piezas, era el Albo. Con la permanente rotación de sus delanteros, que mantenían en constante alerta a los 3 zagueros ante alguna eventual diagonal al vacío. La creación y la distribución estaba a cargo del chiquitito Pérez García, pero con la cooperación de los dos pivot centrales, porque Sánchez y Barrientos no sólo cortaban, sino que eran salida clara y precisa desde el círculo central.
Newell’s, oprimido y con sus piezas claves tomando relativamente poco contacto con en las decisiones importantes, le quedaba a muchos metros el terruño de Nico Cambiasso, y se le hacía bastante difícil poder iniciar su circuito de juego en la zona céntrica, porque Bernardi era siempre instigado por el retroceso de Ereros o del propio Pérez García.
A los 35’, Ereros fue tomando posición por la izquierda, aprovechando un pelotazo de Barrientos. Encaró de lleno al Flaco Alayes, cuando se lo sacó de encima, sacó un remate alto que pasó la existencia de Peratta y se estrelló en el poste opuesto. En el rebote, Fernando Sánchez la tomó en pleno punto del penal y asistió al goleador Matos, que sí pudo marcar el gol en Floresta.
Sin un funcionamiento estructurado, con pocos espacios otorgados por el rival, y sin el aporte natural de Formica o de los carrileros, a la Lepra le faltaba consistencia en los metros de la verdad, y convicción para proponer algo distinto. Cuesta arriba se le hizo, cuando Pérez García se lanzó por la izquierda y desbordó otra vez a espaldas de Vella, y con Alayes lejos de su zona de patrullaje, y el centro lo pescó Emanuel Perea por el otro lado y metió un cabezazo potente a media altura, que se le fue alejando al flaco Peratta de su posición, y decretó la expansión en el tanteador.
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