El silencio desde la puerta del vestuario hasta el micro tenía aire de renuncia. Aire de adiós. Ni la corta charla de Pelletieri y Hoyos –dos referentes- para poder convencerlo, lograron que la decisión cambiara. Es que, por más entereza que Luis Zubeldía haya demostrado desde sus fueros internos, la decisión de cesantearlo de su cargo como entrenador de Lanús era un hecho.Pos derrota en el Amalfitani con Vélez, en donde el equipo careció de brillo, de argumentos y de muestras de coraje para revelarse ante la adversidad del resultado y del trámite del juego, la mesa chica de dirigentes granates, con el presidente Nicolás Russo a la cabeza, determinó que el proyecto encarado desde el Apertura 2008 no tenía aire para continuar. Los resultados, el plantel diezmado por las ventas y contrataciones de menor jerarquía, algunas razones de este desenlace.
Hoy por la mañana, en el polideportivo que el club posee cerca del estadio, el propio Zubeldía manifestó su posición al respecto: “La verdad es que yo me sentía bien, entero y con ganas de seguir. Pero son decisiones que se deben aceptar y nada más”. Con 90 partidos en su haber como entrenador del Granate, Lucho cosechó 44 victorias, 21 empates y 25 derrotas.
A partir de mañana, se hará cargo como continuación de la natural sucesión el entrenador de la Quinta División, Gabriel Schurrer, un histórico del club del Sur. A veces uno como dirigente le toca tomar estas decisiones pero no son las que les gustaría tomar", declaró el presidente de Lanús, Nicolás Russo.
IVÁN ISOLANI
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