Enojado, nervioso, ensimismado por un ajustadito sistema de entradas y salidas que le presentó El Bicho, Estudiantes pudo dar vuelta una parada que se presentaba como brava. Hasta que entendió cómo y por dónde volcar sus armas, El Pincha lucía trabado y hasta maniatado por propios y extraños. Pero, tras una avivada de Leandro Benítez, Maxi Nuñez marcó el desequilibrio y, con la ventaja manejó los hilos del partido y pasó una final más.
Dos equipos en un margen de 40 metros, se disponían con la primera batalla por la posesión del círculo central. Con Verón merodeando más adelantado la espalda de Escudero, el Pincha buscaba por la derecha la posibilidad de despojar a Mercier u Ortigoza de su posición por el centro, y así darle más espacios para que de Braña o Benítez, se iniciara el circuito de juego del equipo.
Como Rius y Niell se alternaban flotando sobre la posición de los stoppers pincharratas, y sumado a Blandi como única referencia dentro del área, Estudiantes se veía obligado a reordenar su última línea, sumando a Mercado como lateral y retrocediendo Nuñez para tomar la escalada de Escudero por derecha.
A los 31’, tiro libre mal ejecutado, contra peligrosa. El petizo Niell tomó un rebote y surcó casi 70 metros sin oposición, y cuando enfrentó a Orión se la picó suavecito. La pelota entraba despacio, pero Ciro Rius la tocó para confirmar el gol. Cómo este equipo experimentado, trabajado, y con tan pocos detalles librados al azar, pagaba caro un mal retroceso.
Pero, 5 minutos después, y sin dejarle chance al Bichito para imponer sus condiciones, el León llegaba a la igualdad. Verón perdía en el mano a mano con Sabia dentro del área, y cuando el defensor quiso salir dominándola, Rojo la recuperó y envió un centro que enganchó a los centrales más parados, y entre ellos se escabulló la Gata Fernández, que sólo tuvo que poner la cabeza y ponerla pegada al poste.
En el complemento, Argentinos ya se inclinaba por una postura más conservadora, sin tanto adelantamiento de los carrileros en terreno opuesto, y tocando en corto para asegurarla en la zona céntrica. Y Estudiantes, sin tantas luminarias pero con sus volantes bien plantados en el campo rival, intentaba mediante la rotación y las diagonales de la Gata o de Nuñez, encontrar espacios.
A los 12’, Benítez ubicó rápido a Maxi Nuñez, pisando la puerta del área, y madrugó a todo Argentinos que estaba organizando sus marcas. Y el chiquitito, le definió por lo bajo a Navarro, a la zona de los pies. El Pincharrata resurgía en un encuentro más que cerrado y apretado.
Con la ventaja, Estudiantes sabe cómo moverse, aprovechando el pie de sus mediocampistas para mover pacientemente el balón. Cerraba los caminos laterales y rodeaba con el encimamiento de los defensores más cerca de los volantes, para cortar el margen de maniobra a los puntas. A los 29’, otro tiro libre del Chino Benítez, desde el costado izquierdo, para que Mercado se elevara y cabeceara para confirmar el resultado.
Dos equipos en un margen de 40 metros, se disponían con la primera batalla por la posesión del círculo central. Con Verón merodeando más adelantado la espalda de Escudero, el Pincha buscaba por la derecha la posibilidad de despojar a Mercier u Ortigoza de su posición por el centro, y así darle más espacios para que de Braña o Benítez, se iniciara el circuito de juego del equipo.
Como Rius y Niell se alternaban flotando sobre la posición de los stoppers pincharratas, y sumado a Blandi como única referencia dentro del área, Estudiantes se veía obligado a reordenar su última línea, sumando a Mercado como lateral y retrocediendo Nuñez para tomar la escalada de Escudero por derecha.
A los 31’, tiro libre mal ejecutado, contra peligrosa. El petizo Niell tomó un rebote y surcó casi 70 metros sin oposición, y cuando enfrentó a Orión se la picó suavecito. La pelota entraba despacio, pero Ciro Rius la tocó para confirmar el gol. Cómo este equipo experimentado, trabajado, y con tan pocos detalles librados al azar, pagaba caro un mal retroceso.
Pero, 5 minutos después, y sin dejarle chance al Bichito para imponer sus condiciones, el León llegaba a la igualdad. Verón perdía en el mano a mano con Sabia dentro del área, y cuando el defensor quiso salir dominándola, Rojo la recuperó y envió un centro que enganchó a los centrales más parados, y entre ellos se escabulló la Gata Fernández, que sólo tuvo que poner la cabeza y ponerla pegada al poste.
En el complemento, Argentinos ya se inclinaba por una postura más conservadora, sin tanto adelantamiento de los carrileros en terreno opuesto, y tocando en corto para asegurarla en la zona céntrica. Y Estudiantes, sin tantas luminarias pero con sus volantes bien plantados en el campo rival, intentaba mediante la rotación y las diagonales de la Gata o de Nuñez, encontrar espacios.
A los 12’, Benítez ubicó rápido a Maxi Nuñez, pisando la puerta del área, y madrugó a todo Argentinos que estaba organizando sus marcas. Y el chiquitito, le definió por lo bajo a Navarro, a la zona de los pies. El Pincharrata resurgía en un encuentro más que cerrado y apretado.
Con la ventaja, Estudiantes sabe cómo moverse, aprovechando el pie de sus mediocampistas para mover pacientemente el balón. Cerraba los caminos laterales y rodeaba con el encimamiento de los defensores más cerca de los volantes, para cortar el margen de maniobra a los puntas. A los 29’, otro tiro libre del Chino Benítez, desde el costado izquierdo, para que Mercado se elevara y cabeceara para confirmar el resultado.
IVÁN ISOLANI
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