18:47 CONFORMES CON LA IGUALDAD

Pasaban los minutos, y lo que era virtud de uno –Arsenal-, se le fue quedando a medias tintas y faltando mayor actividad en los últimos metros. Y el repliegue del otro –Manchester City-, cediendo terreno pero marcando y siendo solidario en el espacio para no permitir que esa tela de araña llegue a zonas decisivas, poco pudo desatarse en los 90 minutos.
De arranque, salió el Arsenal a mostrar credenciales. Ordenándose a través del balón, con Walcott logrando hacer ancho el terreno por la derecha, y también usando su tranco para superar a Zabaleta. Con la sociedad entre Nasri y Fábregas –a veces con la colaboración de Wilshere-, los medios del Arsenal rotaban por la zona de los tres cuartos, y ganaban posicionamiento y metros maniatando a los 3 contenciones del City, con la circulación del balón.
Como alojaba a toda su línea de volantes en campo contrario, cuando el Manchester City recuperaba la pelota, lo hacía muy cerca de su propia meta, y rápidamente tenía posicionados a los aleros del Arsenal para no dejar que Barry o Yaya Touré levanten la cabeza y busquen la contra. Como el Barcelona, Arsenal adelanta su línea de defensores para acortarle el margen de maniobra a Tevez, y ahogar bien encima al rival, defendiendo en base al ataque a la posición del saliente.
Los carriles de la visita nunca lograron descongestionar con fluidez la presión y el retroceso ocupándose cada uno del hombre y de la zona que hacía el Arsenal cuando perdía el balón. Ni Milner ni Jo garantizaron posibilidades de intervención, y ante el criterio del Apache Tevez para bajar y entrar en el circuito de juego de su equipo, los aleros ni acusaron alguna penetración progresiva a espaldas de los laterales de los Gunners, con su punto de partida rozando la mitad del campo.
En el complemento, a la circulación precisa y de banda a banda que tejían los mediocampistas del Arsenal, no se correspondía con la profundidad necesaria para lograr, diagonal mediante, vulnerar la defensa del City, hundida casi dentro del área, y recibiendo el permanente apoyo de la línea par, en repliegue para quitar espacios de maniobra.
Se moría el partido, con más conformismo por parte de ambos, cuando por el andarivel transitado por Sagna, se topó con una dura entrada de Zabaleta, que lo esperó y se topetearon calentando motores pero sin dejar de apretar el embriague. Como correspondía, el referee expulsó a ambos.
IVÁN ISOLANI