18:06 CONTRAATACANDO A LA PROMOCIÓN


No se puede hablar de merecimientos, porque ninguno elucubró si quiera un mínimo encadenado de argumentos y conceptos para poder erigirse como dominador ante el otro. Luchando por no equivocarse en la portación del balón, y por no errarle a un pase a dos metros, y con mucha falta de imaginación, tanto Argentinos como Olimpo entregaron lo que pudieron, o lo que salió. Olimpo conforme con la igualdad, sin regalar ni un metro del medio hacia atrás, aprovechó el momento justo cuando el Bichito exponía y se exponía con todas sus armas en la ofensiva. Faltando 4 minutos apenas, Martín Aguirre, el nacido en Bahía que no había jugado nunca en ningún club de esa ciudad en inferiores, aprovechó en un contra y le dio 3 puntos de valiosísimo costo, de cara a la recta final del torneo para poder salvarse de todo.
El partido no fue bueno, porque Argentinos nos lograba hilvanar su circuito de juego. Inconexos Sánchez Prette y Oberman en lo inherente a la generación y distribución del juego de mitad de cancha hacia adelante. La movilidad de Niell y de Rius del centro hacia las bandas, para desorganizar las marcas estacionadas de volantes al vacío, pero que de mucho no servían ante la falta de apariciones de los hombres de buen pie.
Olimpo esperaba mientras tanto ofertas del rival, aceptaba ceder terreno y pelota. Con dos líneas de 4 bien abroqueladas, y dispuestas a correr marcando y cubriendo espacios, sólo por delante de la línea del balón quedaban los puntas, esperando que los dos pívots de contención recuperaran para desplegar, por los callejones externos, a los aleros en el contraataque. Lo hacía con mayor asiduidad por el sector diestro, en donde Facundo Castrillón jugaba a espaldas de Prósperi, y obligaba a Berardo a que salga de la ratonera y dejar mano a mano a los delanteros con Sabia y Gentiletti dentro del área.
La mejor versión del Bichito de La Paternal, se vio cuando Rius se tiró por la franja derecha, porque Olimpo no tenía un hombre que retrocediera por ahí para complementar la marca de Jerez por el lateral. Desde su velocidad, y algunos centros venenosos, Argentinos podría haber tenido mejor suerte en el marcador, aunque del juego asociado y de las sociedades constructoras, ni rastros. Rolle, desde su ingreso, levantaba la cabeza buscando una posible conexión en corto e ir a buscarla, pero como sólo Maggiolo quedaba perdido entre los 3 del fondo, el Aurinegro sobrevivía del cambio de frente para ampliar el terreno, o bien con Longo por izquierda o por el sector opuesto con el blondo Castrillón.
Cuando Argentinos enumeraba situaciones perdidas, yendo y viendo que era posible la empresa de lograr el gol de la victoria. Mercier –la figura del partido por escándalo- la perdió y, el retroceso de los hombres de rojo careció de cantidad y calidad, mientras que desde el repliegue bahiense salieron 4 instintivamente huyendo hacia adelante para acompañar al portador del balón. Que en este caso era Maggiolo, que cedió para el pelado Martín Aguirre, que antes de entrar al área, desenfundó un remate por lo bajo que se le fue abriendo con mucha potencia ante la estirada de Nico Navarro, y se metió en la ratonera. De contra, como lo había ensayado en toda la tarde, Olimpo se encontraba con la victoria.

 


IVÁN ISOLANI
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