16:12 LA TABLA LOS HUNDE

No había tiempo ni lugar para el juego bonito y distinguido, la buenas y bonitas luces de la Calle Corrientes quedarán para cuando la situación lo amerite. Por lo pronto, overol, balde con cemento y ladrillos para laburar cada punto salvador. Los dos están en la misma, sueñan y se obsesionan con lo mismo, y entre tanta coincidencia, no pudieron sacarse ventajas. Quilmes y Gimnasia, con más entrega física y anímica que buena estética, igualaron en 2 tantos y, complicaron sus chances de poder revertir este presente, que los tiene a ambos en la zona de descenso directo.
En el amanecer, un envío aéreo desde la mitad de cancha para el desprendimiento de Caneo por la izquierda, que le ganó de anticipo y por altura a Milton Casco para bajarla, y por el medio, pudo más la potencia del picante Pablo Vázquez, que primerió a Benítez 7y la punteó para abrir el marcador.
Manejando los hilos desde esa tempranera apertura del score, la Cerveza trataba de buscar los piques a los costados de Vázquez, sacándole rédito a los espacios que quedaban en cada subida de los laterales triperos. Caneo flotando por el centro y con leve tendencia a la izquierda, y el otro sector, Diego Torres cubriendo todo el andarivel. Gimnasia partía desde la dedicación de Rinaudo por cubrir esos claros con coherencia, y tratar de hacer ampliar el terreno con Encima o Castro para buscar profundidad en los últimos metros.
Como Torres acompañaba más a Vázquez en la faz ofensiva, su falta de retroceso hacía que Castro fuera importante en cada ataque, obligando a Leyes a tener que adelantarse y desproteger la posición del uruguayo Martínez, el último defensor quilmeño. Desde esa situación táctica, el Lobo encontraba un camino por dónde vulnerar al rival, y juntar a Guillermo también para terminar de complicarlo a los hombres de negro por ese sector.
Gimnasia, adelantado en el campo y con la posesión del balón a su favor, disponía de las condiciones del encuentro, y desde el trámite y las urgencias, comenzaba a acumular millas y mérito para cambiar el resultado. A los 33', Guillermo, aprovechando el callejón dejado por Torres y la timidez de Leyes, mandó un centro al punto del penal para la entrada del Pata Castro, que cuando iba a definir lo trabó Fontanini, con tanta suerte que le pegó al propio Castro y lentamente fue ingresando en la valla de un Galíndez flojo de reflejos.
Con Neira en cancha, Castro pasó a la derecha, juntando el Indio Ortiz a gente de buen pie para continuar manejando con inteligencia la pelota y los caminos por dónde avanzar. En Quilmes ya no era tan común ver el trabajo de recuperación de Kalinski y Cerro, Garnier no concretaba ni en la ayuda defensiva, ni tampoco era un complemento para Caneo, que fue de mayor a menor en su rendimiento. A los 20', un córner que la última línea cervecera no pudo alejar de la zona de peligro, le cayó a Guillermo, que lo vio a Castro dentro del área, y cuando pudo girar lo divisó en el punto del penal a Claudio Graf sólo, que sólo la tuvo que empujar.
Quilmes jugaba más con la actitud y la vergüenza deportiva que con argumentos para empatarlo. Con 3 puntas y dos creativos, Caruso se la jugaba por una pelota que le diera el gol de la igualdad. De una jugada a balón parado, con todas las camisetas negras bien metidas en el área de Monetti, el rebote le quedó en el la puerta del área chica a Enzo Kalinski, que como pudo se anticipó a su marcador y llegó al sufrido empate.





IVÁN ISOLANI
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