La selección de Uruguay necesitó sufrir más de lo pensado para ganarle 2 a 1 a Corea y de esta forma clasificarse a los cuartos de final. Con dos goles de un inspirado Luís Suárez la selección charrúa consiguió avanzar a una instancia que no lo hacía desde 1970. Ahora esperan por el ganador de Ghana-Estados UnidosEra el primer partido que habrían los octavos de final y se sabía que era una oportunidad casi única para que Uruguay lograse un triunfo y pase a los cuartos de final. Pero nada fue tan fácil, y como es la costumbre del equipo oriental, si no sufrían no valía. Los dirigidos por Tabárez comenzaron a circular la pelota y hacerse dueños en los primeros minutos, aprovechando la tibieza en el juego del equipo coreano que encontraron una de las únicas llegadas claras del primer tiempo a través de un tiro libe ejecutado por Parck Chu Young que reventó en el palo derecho de Muslera.
Y prácticamente no le dejó acomodarse en cancha a los asiáticos, cuando un desborde por izquierda de Diego Forlán, que aguantó la pelota frente a un defensor y consiguió tirar un centro rasante que cruzó toda el área y frente a la mirada atónica de los coreanos, que solo fueron testigos del cruce y vieron como Luís Suárez la empujaba hacia el arco mientras el portero se lamentaba mientras la pelota tocaba la red. Explotaban los uruguayos y se sorprendían por la facilidad con la que se conseguía el gol de manera tan temprana en el partido.
A partir de allí el partido se calmó bastante en su ritmo y parecía que los uruguayos se conformaron con el resultado, cediendo bastante la pelota, pero con pocas ideas los coreanos buscaban un empate que solo limitaron en dos llegadas a través de tiros de media distancia a través de Parck Chu Young y Cha. Su gran figura Park Ji Sung no aparecía en el juego y se sentía en el equipo.
Para el complemento, Corea del Sur empezaría a buscar a toda costa el empate y a utilizar su velocidad y resistencia física para conseguir el tanto. Así empezaron a aparecer las llegadas de los asiáticos que inquietaban el arco de Muslera. A los 4 minutos Jae Sung Kim casi conecta un desborde de Young Pyo Lee y dos minutos más tarde casi logra empatar con un remate dentro del área de Parck Chu Young quien fue uno de los más activos en el equipo de Corea.
Uruguay sentía el desgaste del primer tiempo y parecía quedarse sin piernas ni ideas para aumentar el marcador, buscando a través de pelotazos divididos a Suárez, Forlán y Cavani que poco podían hacer. Se veía venir lo peor. Y llegó. Un tiro libre de los coreanos arrojó la pelota en el área y tras una mala salida de Musiera y una falta de coordinación de la defensa celeste permitió que Lee Chung Yong convirtiese a través de un cabezazo que metió en la red.
A partir del empate los dirigidos por Tabarez mostraron su tan famosa garra charrúa y salieron a buscar el gol que le diera el triunfo y evitara los penales. Por todos lados entró Uruguay en el área de los asiáticos y empezaron de adueñarse de la pelota tratando de lastimar. Y así fue que cuando faltaban diez minutos para el final de los noventa minutos, Suárez tomó la pelota en la izquierda del borde del área grande, engancho hacia adentro y remato con gran efecto hacia el palo izquierdo del arquero Jung que no pudo hacer más que volar para la foto. Y fue gol nomás. Un golazo que le permitía a los uruguayos gritar hasta el cielo y pensar en los cuartos de final. Pero nada es fácil en esta instancia, y menos para los orientales. Los últimos minutos del encuentro los tuvo cerca de su área defendiendola y tratando de aguantar la pelota arriba, aunque sin demasiado éxito. Y casi le empatan cuando Lee Dong Gook aprovechó un descuido de la defensa y remató por debajo de Musiera que amortiguño el disparo y Lugano saco antes que entre la pelota en el arco. Quedaban minutos para sufrir pero nada cambiaría en el resultado. Fue final y festejo de Uruguay que ahora espera por el ganador de Ghana y EEUU, mientras tanto celebra este momento histórico que no sucedía desde hace 40 años.
Pablo Candelaresi
pablocan84@hotmail.com
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