13:57 LOS INGLESES SUFREN POR JABULANI

El fallo del arquero Robert Green, que permitió el empate a 1 de Inglaterra contra Estados Unidos, ha vuelto a situar en el disparadero al balón Jabulani, que en lengua zulú significa "celebrar".
No sólo los porteros. También jugadores de campo llegaron a Sudáfrica prevenidos contra esta pelota de once colores (uno por cada jugador, uno por cada idioma local, uno por cada región sudafricana) cuya escasa consistencia dibuja extraños efectos en el aire y tiene en un constante sobresalto a los arqueros.
Por más que la FIFA derrame elogios sobre el nuevo producto de Adidas, el undécimo modelo consecutivo de la misma marca en un Mundial, los porteros no quisieran verlo ni en pintura.
A Green se le llevarán los diablos cuando lea en el informe oficial de FIFA sobre el esférico que "al pasarle las manos por encima, la primera impresión es su extraordinaria textura, que permite un control máximo, un vuelo estable y un agarre perfecto en cualesquiera condiciones".
¿Agarre perfecto? Que se lo digan al infortunado Green, a quien el seleccionador, Fabio Capello, concedió su confianza después de pensárselo durante semanas y que ha defraudado a todo el país en la primera ocasión que se le presentaba.
Un disparo flojo y sin complicaciones de Clint Dempsey se envenenó lo suficiente en el momento del bloqueo para que la esfera sintética (ya no es posible llamarla cuero) se escabullera entre sus guantes para alojarse mansamente en la red ante los desesperados esfuerzos de Green por atraparlo antes de que rebasara la fatídica raya.
Green se ha topado hoy con crueles titulares en la prensa inglesa: "Calamity Robert Green regaló a Estados Unidos un valioso empate" (Sunday Express), "error garrafal propició inicio calamitoso" (Mail On Sunday), "error terrible" (Sunday Times).
Y no le servirá de consuelo repasar una larga lista de fallos de los porteros ingleses que han jalonado la trayectoria del equipo en los Mundiales, como cuando, en Corea-Japón 2002, el brasileño Ronaldinho marcó de libre directo lanzando el balón "por encima del peinado de lujo de David Seaman".
La FIFA se hace lenguas, con enrevesado lenguaje, sobre Jabulani: "En contraposición con las molduras planas de los balones anteriores, el Jabulani consta de ocho paneles tridimensionales ensamblados térmicamente, que han sido moldeados esféricamente por primera vez en la historia para hacer de esta pelota un balón perfectamente redondo y más preciso que todos sus antecesores".
Jabulani, "una pelota pequeña y pesada, que da lugar a una precisión máxima, un agarre perfecto y un vuelo excepcionalmente estable", según el fabricante, permanecerá ya para siempre en la memoria de Robert Green, una muesca más en la saga de los "Calamity" ingleses.




Eloy Barandalla
eloybarandalla@hotmail.com