Gran partido, gran remontada desde lo colectivo. El score es lo de menos, porque, con este tipo de rivales –potencias-, el mínimo resquicio le es útil para establecer diferencias y marcar el ritmo del juego. Desde lo estadístico, se dirá que Brasil lo ganó en 5 sets: 25-17; 23-25; 25-20; 19-25 y 15-10. Pero, el maquillaje funcionó a la perfección para la Selección Argentina, que le jugó de tú a tú a la Canarinha en todo momento, y se retiró ovacionadísimo del Orfeo Superdomo en el debut en el Final 6 de la World League.
El manejo de Bruno, hijo del DT, distribuyendo y dándole juego al opuesto Visotto, y colgándole
El manejo de Bruno, hijo del DT, distribuyendo y dándole juego al opuesto Visotto, y colgándole
buenas bochas al punta Dante, de tremendo partido. Tampoco se olvidaba de la zona 6, que ante la ausencia de Giba, era ocupada por Murilo o el propio Dante, que sumaban desde atrás de la línea de defensores.
Primeros tiempos entre Bruno y Rodrigao o Lucas, le permitían a la Verde Amarela sumar fácil, ante la poca estatura de Gabi Arroyo y la lentitud del Caño Spajic en la red. Acción que no transcurría con los nuestros, porque en vez de atacar la pelota en elevación -y esperar alguna deficiencia en el bloqueo- dejaban que la pelota bajara y recién ahí buscar el remate, pero ahí ya estaba la cobertura del central para con los puntas, y estos muchachos brasileiros superan todos los 2 metros de estatura. Con un sencillo 25 a 17, Brasil se llevaba la primera manga sin inconvenientes, con la chapa y las normales diferencias de un combinado sobre otro.
En el segundo set, Brasil bajó un poco sus acciones, y de ese argumento se agarró Argentina. Con el opuesto Fede Pereyra de racha, los de Webber se iban al mini descanso 16-13 arriba, con algunos bloqueos y contragolpes bien financiados por Luciano De Cecco. Con el capi Quiroga como bastión del empellón argento, los puntas hacían diferencias ante el bloqueo brasilero, que en este set llegó sistemáticamente un segundo tarde, y lo pagó. El propio Quiroga, jugando con las manos desesperadas de Visotto, fue quién puso el 25 a 23 para igualar el score.
Más equilibrado el trámite, Bernardinho Rezende veía como la tranquilidad del primer set desde la recepción y la potencia de su bloqueo ya no eran tendencia, y la calidad del ataque nacional había escalado de un 36 % a un 50 %. Pero, a partir del descanso de los 16, una ráfaga de puntos ganados con el acelerador al mango, le dieron a Brasil un colchón de 3 tantos, y que, terminaron alargándose a 5 en el 25-20 final.
En los sets pares, Brasil aflojó su andar. Se relajó y ahí es donde hincó toda la presión albiceleste. Con el dueto de sanjuaninos andando bárbaro, Quiroga bancaba los palazos en el fondo junto a Alexis González, y Pereyra como percutor de la muralla amarilla en la red. A puro trapo, nos llevamos la manga por 25 a 19 y se forzó el tie break. Algo impensado en la fase de grupos.
En los penales, el líbero Mario Junior recepcionó absolutamente todo, se hizo patrón en defensa y, desde ese costado, sumado al protagonismo de Dante Amaral en la ofensiva, le fue dando cimientos Brasil a la trabajosa victoria. El desempate se lo llevó la Verde Amarela por 15 a 10.
Hoy, a las 21 hs, Brasil medirá fuerzas con Serbia, mientras que la Argentina se jugará el todo por el todo el viernes, en el Orfeo Superdomo ante los serbios.
Primeros tiempos entre Bruno y Rodrigao o Lucas, le permitían a la Verde Amarela sumar fácil, ante la poca estatura de Gabi Arroyo y la lentitud del Caño Spajic en la red. Acción que no transcurría con los nuestros, porque en vez de atacar la pelota en elevación -y esperar alguna deficiencia en el bloqueo- dejaban que la pelota bajara y recién ahí buscar el remate, pero ahí ya estaba la cobertura del central para con los puntas, y estos muchachos brasileiros superan todos los 2 metros de estatura. Con un sencillo 25 a 17, Brasil se llevaba la primera manga sin inconvenientes, con la chapa y las normales diferencias de un combinado sobre otro.
En el segundo set, Brasil bajó un poco sus acciones, y de ese argumento se agarró Argentina. Con el opuesto Fede Pereyra de racha, los de Webber se iban al mini descanso 16-13 arriba, con algunos bloqueos y contragolpes bien financiados por Luciano De Cecco. Con el capi Quiroga como bastión del empellón argento, los puntas hacían diferencias ante el bloqueo brasilero, que en este set llegó sistemáticamente un segundo tarde, y lo pagó. El propio Quiroga, jugando con las manos desesperadas de Visotto, fue quién puso el 25 a 23 para igualar el score.
Más equilibrado el trámite, Bernardinho Rezende veía como la tranquilidad del primer set desde la recepción y la potencia de su bloqueo ya no eran tendencia, y la calidad del ataque nacional había escalado de un 36 % a un 50 %. Pero, a partir del descanso de los 16, una ráfaga de puntos ganados con el acelerador al mango, le dieron a Brasil un colchón de 3 tantos, y que, terminaron alargándose a 5 en el 25-20 final.
En los sets pares, Brasil aflojó su andar. Se relajó y ahí es donde hincó toda la presión albiceleste. Con el dueto de sanjuaninos andando bárbaro, Quiroga bancaba los palazos en el fondo junto a Alexis González, y Pereyra como percutor de la muralla amarilla en la red. A puro trapo, nos llevamos la manga por 25 a 19 y se forzó el tie break. Algo impensado en la fase de grupos.
En los penales, el líbero Mario Junior recepcionó absolutamente todo, se hizo patrón en defensa y, desde ese costado, sumado al protagonismo de Dante Amaral en la ofensiva, le fue dando cimientos Brasil a la trabajosa victoria. El desempate se lo llevó la Verde Amarela por 15 a 10.
Hoy, a las 21 hs, Brasil medirá fuerzas con Serbia, mientras que la Argentina se jugará el todo por el todo el viernes, en el Orfeo Superdomo ante los serbios.
IVÁN ISOLANI
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