18:06 ANGELITO DE LA BANCA

Lo del Madrid de sencillo. Individualmente son cracks, pero el tiempo se encargará de cuajar y de ensamblar con hilos invisibles la estructura que Mourinho pretende para este equipo, y crear en el campo sociedades que le resuelvan los interrogantes que le presenta cada rival. Mientras tanto, lo seguirán salvando apariciones fugaces de sus hombres desequilibrantes. Este fue el caso de Ángel Di María, que desde el banco, marcó el 1 a 0 final con el que el conjunto Merengue derrotó al Auxerre francés en su visita al Stade Abbé-Deschamps.
Cuando el Real buscaba circular la pelota desde el fondo, ambos laterales se ubicaban casi pisando la mitad del campo, y Diarra y Khedira se situaban a izquierda y derecha respectivamente del volante más retrasado, Xavi Alonso, que se ubicaba ahí para transformarse en el ejecutor del primer pase.
El problema de bloquear el centro –como así lo pensó Mou-, debilitaba las bandas. Porque ni Cristiano ni los puntas volvían ocupando espacios, entonces, el Auxerre salía sin presiones por las bandas, y soltaba rápido a los aleros, que en el mano a mano con los laterales madrilistas más ágiles y profundos en sus prestaciones.
Esa vigilancia casi pormenorizada que le aseguraban Diarra y Khedira, no sólo le daba chances al español de ser el filtro entre los que defienden y los que atacan, sino que éstos también se ofrecían como alternativa en el circuito ofensivo, siendo los que, desde territorio contrario, movían los destinos del balón. Y Xavi Alonso, también descansaba mucho con la escalada de los laterales, que subían para estabilizar los costados del triángulo de contención, y hacer ancho el terreno.
Cuantas más energías gastaba el Madrid en adelantar sus líneas y manejar sus acciones desde tierras rivales, más el Auxerre se iba sintiendo cómodo, replegándose y haciendo de los 30 metros entre su área y el círculo central, un verdadero entuerto de piernas y constantes entradas y salidas de los del fondo para cubrir las espaldas de los medios y cerrarle los caminos a las posibles sociedades merengues. Nutriéndose de esa quietud pluralizada del conjunto español, el Auxerre, cuando podía, desplegaba rápido algún pelotazo para Oliech o para el polaco Jelén, que muchas veces jugaban mano a mano con los centrales.
Pero, el angelito que le salvó las papas a Mou, estaba en el banco. Ni bien entró Di María, con sus cambios de ritmo, sus rebajes y constantes tendencias a ser profundo e hiriente para con las defensas, enseguida se unió a la idea de Ronaldo de buscar el desequilibrio, y la apertura de huecos. Y faltando 10’, un balón cruzado que agarró a la última línea del Auxerre en plena salida, Di María, pecho primero para palmarla, y un zurdazo cruzado para marcar el tan ansiado gol, y darle 3 puntos vitales en el Grupo G.

Otros resultados:

Spartak Moscú (N. Pareja y C. Maidana) 30 Zilina (S. Víttor)
Basilea (F. Constanzo, D. Abraham y F. Almenares) 12 Bayern Munich
Roma (N. Burdisso) 21 Cluj (E. Culio)
Chelsea 20 Marsella (G. Heinze y L. González)
Ajax 11 Milan
Partizan 13 Arsenal
Braga 03 Shakhtar Donetsk




IVÁN ISOLANI