Uno piensa que este tipo de cosas sólo suceden en nuestro país, en donde la palabra proyecto ya está prácticamente desintegrada, y lo que menos se cumplen, son las obligaciones contractuales en técnicos y clubes. Pero, que el Inter de Milan, último campeón de Italia, de la Champions League, y este sábado mandamás del planeta fútbol, haya cesanteado en menos de 6 meses de trabajo a su DT Rafael Benítez, es por más que una bomba que estalló en este receso invernal por las fiestas.El entrenador español, proveniente del Liverpool de Inglaterra, aterrizó en el multicampeón italiano por dos cosas claves que se dieron en el mismo período: por un lado, que el club Neroazzurro se había quedado sin el hacedor de la temporada tan espectacular y colmada de títulos obtenidos, cuando José Mourinho firmó con el Real Madrid. Y por el lado del español, el desgaste sufrido tras varias temporadas sin colmar las expectativas que los directivos habían posado en él (la frutilla del postre fue la no clasificación a la Champions League de este año), decidieron de común acuerdo la rescisión del vínculo.
Con las necesidades satisfechas de ambas partes, Inter conseguía un entrenador símil Mourinho, y Rafa rápidamente conseguía abrirse paso en un conjunto que estaba en su punto de ebullición. La temporada arrancó con un traspié, cuando el conjunto milanés cayó en el estadio Luis II de Mónaco la final de la Supercopa Europea ante el Atlético Madrid.
Con refuerzos que no rompieron el mercado, sino que rellenaron la plantilla como segundas opciones, Rafa Benítez salía al ruedo para alzar la voz ante el presiente Massimo Moratti solicitando que, además del portero Luca Castellazzi, el joven talento brasilero Coutinho, y los retornos de los aleros Mancini y del francés Biabiany, se incorporara nombres rutilantes.
Esos nombres no arribaron, y desde aquella derrota inicial con el Aleti, el Calcio no lo tuvo predominante como venía siendo desde la temporada ’06-’07. Un conjunto con poco volumen de juego, sin la combinación precisa entre una defensa férrea y un ataque certero, el Neriazzurri actualmente se encuentra en la séptima colocación, a 13 puntos del puntero Milan y con una sensación de haber tocado el pico de rendimiento antes del mundial, y que hoy por hoy las cosas no se dan.
En la Champions, clasificado a Octavos de Final y tendrá a un duro rival como el Bayern Munich, la actitud y la autoridad con la que disputó la fase de grupos no fue para nada la vista en el proceso anterior. Ya los cruces dialécticos entre DT y Presidente ya no se escondían por los pasillos del Giusseppe Meazza. El mundial d clubes, pese a la consagración, fue el detonante para que la relación tanto en lo personal como en lo contractual entre la entidad y el entrenador llegara a su fin.
Una danza de nombres ya han comenzado a soltarse al viento, cual palomas en el horizonte para suceder a Benítez. Que Fabio Capello, actual headcoach de la Selección de Inglaterra y que estuvo presente en Abu-Dhabi presenciando el certamen de clubes; que el entrenador brasilero Leonardo, identificado por su larga trayectoria como jugador y DT en la temporada pasada del Milan. Son nombres que suenan para intentar retomar la senda del triunfo, la senda del multicampeón.
IVÁN ISOLANI
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