A falta de algunos componentes de la constelación, el Barcelona no brilló pero al fin y al cabo logró una victoria más en la Liga de las Estrellas, ante el Levante por 2 a 1. El nacido en Tenerife Pedro, con una dopieta, fue la clave para que los dirigidos por Guardiola, en esta primera presentación del año, continuaran su senda victoriosa y mantuvieran el liderazgo en la tabla.Al Barça no se le abrían los espacios. Pedro y Villa no cumplían con la premisa de lograr ser profundos por el carril, y hacer ancho en cada ocasión, para sacar a los laterales y darle a los inquietos volantes culés la chance en el desprendimiento de la zona de gestación, de tener una posición rentable ante el portero Reina.
Desplegando a ambos laterales en campo rival, Barcelona juntaba líneas y, con poca profundidad, sumaba posesión y circulación a un toque y trataba de lograr sociedades con el fin de moverse en bloque y darle sentido comunitario a cada ataque.
Forzado ante la cuantificación de hombres en actitud ofensiva, el Levante agrupaba fichas en pos de patrullar rígidamente en la latitud y la longitud del terreno, cubriendo las diagonales y desmarques en la nebulosa de los tres cuartos. Cuando se hacía del balón, lo hacía tan cerca de su propia meta, que por más que alcanzara a desplegar alguna salida, rápidamente la perdían por la labor de los extremos o de los laterales, defendiendo con el ataque en movilidad al estatismo de las posiciones prefijadas en un pizarrón que mostraban los hombres levantinos.
Johan Cruyff dice que “mientras más buscas la circulación, tarde o temprano, algún contrario cometerá un fallo. Y si es en zona de peligro, habrá ventaja”: De arranque en el complemento, Xavi vio que en corto no progresaba, y como vio el cerrojo del Levante cerca de su arco, llevó a cabo el concepto de Pep: “cuando el rival está cerrado, pase largo”. El conductor blaugrana divisó el pique al vacío de Dani Alves –ya un extremo profundo-, que eludió con el control a Del Horno, y tras dos regates en plena área chica, cedió para Pedro, que como pudo desenfundó y abrió el marcador en el Camp Nou.
Hoy Pedro actuó de Messi, en cuanto al movimiento y su rango de participación en la danza de rotaciones. Y Dani Alves ofició de ese extremo ancho, pero con el envión para terminar desbordando por su sector. El brasilero, luego de la apertura del marcador, dio la posibilidad con sus escaladas de penetrar progresivamente, y ser la sorpresa al vacío, pero a l vez, la conservación y continuidad en la posesión, sumándole desbordes o movimientos para asistir los que llegaran. Del lateral para que Pedro, entrando otra vez por la zona céntrica de la medialuna del área, estampara su doblete con un remate cruzado a media altura.
En una de las pocas situaciones que la visita tuvo para cruzar la mitad del campo con convicción, Valdo buscó al uruguayo Cristian Stuani entre los improvisados centrales Busquets y Abidal, y como venía el envío desde derecha, la empalmó para clavar un golazo y, darle algún resquicio de intranquilidad al Culé.
IVÁN ISOLANI
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