22:58 ES SÓLO UN MOMENTO

En esto se ha transformado el fútbol nuestro, en sólo una inspiración, en una genialidad que cambie todo el rumbo. Hay rigor táctico, hay disciplina para apiñar fuerzas y voluntades para hacer funcionar sólo una de las mitades del campo. Este Racing 0 – Estudiantes 1 no rompe con la media. Intenso por la tendencia de hacer de todos los ataques el último y el más desesperado, que ambos no supieron ni tuvieron los requisitos como para doblegar al rival. Hasta que, en la única ocasión que el uruguayo Rodrigo López pudo maniobrar, clavó una vaselina que amargó a todos en el Cilindro de Avellaneda, cuando se había preparado para una fiesta.
Racing, en los momentos que podía tocar con libertad, sorteando el patrullaje de Verón Y Braña, aunaba toques de primera y apariciones interesantes. Mucha presión de los 3 delanteros sobre la salida de Estudiantes, forzando esa circulación y ese pasaje a posiciones ofensivas. Licht sobre Mercado y Pillud haciendo lo propio con el Rana Iberbia, con la intención de tomar posición y posesión de gran parte del terreno y ahogar al Pincha desde su concepción primigenia.
Enzo Pérez intermitente como la manija del equipo, lo sufrían en directa proporción el RoRo López y Leandro González, que tenían que bajar para entrar en juego. Esa presión racinguista tan encima del hombre de blanco y rojo, obligaba al conjunto platense a estar lúcido a la hora de elegir por dónde organizar cada avance, y frescos en las ejecuciones prácticas.
Ante la febledad en lo físico que exponía Estudiantes, Licht le proponía un mano a mano a Mercado, cada vez más encimado a la posición del Fede Fernández, quedando sistemáticamente con 5 hombres en la última línea como anticuerpo defensivo. Verón, sintiendo el trajinar propuesto por el rival, ya no lograba alternarse ganancias y pérdidas en su duelo con el Pato Toranzo, que junto a Yacob, controlaban la parcela central del campo.
Toda esta intención de Racing de arrear al contrario desde el costado físico, forzando situaciones con pases simples, de primera para validar la movilidad cadenciosa de los encargados de generar juego. Cabe decir que, esta versión más combativa y con menos apego por la profundidad y a la creación de riesgo del equipo de Berizzo, más la condición disminuida por la seguidilla de partidos, le fue dando la idea, cada vez más acabada al Racing Club, de que tenía que ir a buscar el resultado asumiendo riesgos.
Y en esa indecisión, sumado a que el Pincharrata tiene memoria y sabe cómo compactarse para respaldar su quintita, es como el partido y el arco de Orión le fue quedando lejos a las ganas de progresar de la Acade, que ya no contaba con la sencillez de movimientos en la zona de gestación, y esa tendencia superadora a tirarla larga y prevalecer.
A los 39', ambos iban derecho al 1x1 en el truco, mitad por conformismo y faltos de respuesta en la musculatura, la inspiración y el instante de frialdad del goleador Rodrigo López, que había jugado más alejado de su rango de movilidad durante gran parte de los 90 reglamentarios. Pero esta vez, cansado de pivotear para los demás, se puso de frente al arco, unos metros del área, y con una vaselina de gran calidad, se la pinchó a un De Olivera adelantado.



IVÁN ISOLANI
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