El Rojo superó por 3 a 0 al Tomba en Avellaneda, dejó atrás el mal trago en la Libertadores y quedó a tres unidades del puntero Estudiantes.
Las primeras chances de conjunto de Avellaneda llegaron a los 16 de la primera mitad, cuando Fredes y Parra se nublaron en el área y fallaron sendas definiciones. Luego, Patito combinó con Villafañez y remató al cuerpo de Torrico. Godoy Cruz estaba desorientado ante el toque rival, atinó constantemente a la falta táctica y derrochó sus ataques con pelotazos sin destino para su delantero.
En el amanecer del complemento, el Tomba tuvo dos oportunidades claras para marcar. Primero se lo perdió Navarro, tras una gran jugada colectiva por derecha. Y enseguida lo tuvo Villar, que recibió gracias a un mal despeje pero tiró el balón por encima del travesaño. Independiente perdía rápido la pelota y quedaba descompensado atrás.
Sin embargo, el curso del partido sufrió un giro de timón a los nueve minutos. Tuzzio recibió un pase del cerebral Pérez y trepó por derecha hasta encontrar a Parra, que aguantó y descargó para el mismo Pérez. Con el arco de frente, el juvenil afiló su zurda y venció a Torrico con un disparo inapelable.
Godoy Cruz pudo haber empatado enseguida con un intento de Sánchez, aunque Assmann salvó el cero con una atajada providencial. Y a los 20 llegó el segundo golpe del Rojo, Fredes combinó con Parra y selló la jugada con un remate cruzado.
Independiente tuvo el respaldo de su arquero en los embates del Tomba y sentenció de contragolpe. Así, a los 40 minutos, el ingresado Núñez cortó un avance de los mendocinos, tocó con Busse y fue a buscar la descarga para festejar.
Luego de sufrir varias pálidas, el Rojo recuperó la sonrisa y, más allá del duelo para cumplir con Peñarol en Montevideo por la Libertadores, ya prepara todo para visitar a Racing.
CRISTINA LA ROSA
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