19:02 EL GLOBO CAYÓ 5 A 1 PERO UGUAL SIGUE CON VIDA


En el Libertadores de América el conjunto de Roberto Pompei se jugaba todo, dependía de sí mismo y ganando quedaba fuera del descenso directo, pero se encontró con un Independiente afilado y sufrió una abultada goleada que lo hacía perder la categoría, hasta que en el Bosque de La Plata apareció Cellay (ex Huracán) sobre la hora y decretó el empate entre Gimnasia y Boca. Resultado que le concede al Quemero una milagrosa oportunidad más.
La previa del partido estuvo plagado de dudas, de suspicacias en base a un posible flojo rendimiento del Rojo comandado por un hincha número 1 de Huracán como Mohamed, pero el propio Independiente se encargó de borrar esos pensamientos y superó en todas las líneas a un pobre equipo de Parque Patricios que no opuso resistencia y que por momentos parecía desalmado.
A los 15 minutos Facundo Parra, tras quedar mano a mano con Monzón, definió al segundo palo para poner el 1-0 y el segundo tanto lo convirtió Silvera, a los 32, tras una gran jugada entre el Patito e Iván Vélez.
El Rojo era ampliamente superior y el Globo, por su parte, estaba perdido en la cancha y jamás supo inquietar al debutante arquero Diego Rodríguez. A los cinco del complemento el 10 de Independiente puso el tercero, tras una buena habilitación de Vélez desde la derecha. Seis minutos después pudo haber descontado Huracán a través del tiro del punto de penal, pero Cámpora pateo el balón directamente afuera.
El Globo perdido por perdido se lanzó al ataque como pudo, pero claro esos intentos lo dejaban desacomodado en el fondo y evidentemente lo pago. A los 28 minutos, luego de una veloz salida de contra, Patricio Rodríguez simplemente tuvo que empujar la pelota a la red tras un buen toque de Silvera que lo dejo solo a su compañero por el segundo palo.
El encuentro estaba totalmente definido y toda la atención pasaba a La Plata donde Boca había descontado. A los 33 Javier Cámpora se redimió y esta vez convirtió desde el penal para poner el partido 1-4. Sobre el final, minuto 44, Núñez se encargó de ampliar más la ventaja y con un preciso remate al palo más lejano puso el definitivo 5-1.
Rápidamente empezaron a caer las lágrimas en las caras de los jugadores, hinchas y cuerpo técnico Quemero, debido a que su propia derrota y la victoria del Lobo lo mandaban a la B. Pero el gol sobre la hora a favor del Xeneize lo hizo renacer y en segundos pasaron del llanto a la esperanza.
Huracán estaba literalmente muerto pero aún se mantiene con vida gracias a la ayudita de Cellay y ahora deberá jugar un partido desempate frente a Gimnasia, para definir quién va a la promoción y quien desciende a la segunda categoría.



CRISTINA LA ROSA