13:07 BOCA, UN DESASTRE A ESCALA GLOBAL



¿Qué conclusiones sacará Falcioni de eta gira europea? Verá el árbol y se quedará con los discursos superficiales, o asumirá que detrás hay un bosque, un problema más profundo? Un equipo que no es tal, que no cambia la marcha en su fluidez del balón, que hoy todos muestran un nivel parejo, pero para abajo. Corren, eso sí, pero con una apatía y una lejanía geográfica y anímica con el compañero. Boca hoy no sabe a lo que juega, no tiene un patrón ni variantes. No la sabe su entrenador, no la saben los intérpretes en cancha. Nadie tiene la respuesta.
Pasan los años, pasan los jugadores –como comienza un himno de cancha- y en Boca parece, que de a poco se van sintiendo cómodos con la tibieza. Jugando con el freno de mano puesto, sin respaldo al portador del balón en la cercanía, ni un desprendimiento al vacío para sorprender. El conjunto Xeneize, hoy no es funcionamiento. No es sentido colectivo. No es carácter, no es enjundia. Apenas son un par de buenas individualidades que se diluyen en un todo timorato, carente de ideas, de solidez.
Los laterales no pasan, y cuando lo hacen, son pocas las intenciones de salirse de su quintita, los centrales de salirse de su quintita, los centrales persiguen pero no saltan, no disputan físicamente el balón. El volante central sufre en soledad el tener que patrullar y cubrir los huecos que se abren cuando el 10 no se acopla al retroceso, los carrileros se abren pero no surgen como variante para llegar al fondo y desbordar, ni mucho menos hacer diagonales para acompañar la jugada.
Partido el equipo, con un Gracián que hasta su salida era la manija más cercana a Erbes que a los dos delanteros, que de las pocas veces que entraron en el pobre circuito de juego, tuvieron que volver hacia atrás o morir en el unipersonal. Demasiados desatinos en un mismo equipo, que en ningún momento pelea los partidos ni siquiera tiene intenciones de discutirlo.
Los que ingresan tampoco son primeras guitarras. Se insertan en el modo off y haciendo todo con demasiada parsimonia. Los jóvenes y su frescura, pero blandos, y los que suman cantidades de partidos no son solución ni despertador para la reacción. No se imponen.
Y diga que el tono del encuentro apenas rozó lo amistoso. El PSG, flojito, sin tanta variante pero con un libreto estudiado, en un par de veces en las que decidió ser vertical, encontró sin oposición la red del arco de Orión, que cada vez que fueron solicitados sus servicios, dejó algunas cuentas por pagar.




IVÁN ISOLANI