16:52 CHAU CHECHO



El guión ya estaba escrito, cocinado. Y los actores sólo tuvieron que representarlo. Un desenlace que tiene su gestación desde los fueros internos del plató de filmación, y que ayer se cristalizó en todas las pantallas. Sergio Batista dejó de ser el Seleccionador Nacional, luego de haberse reunido ayer la Comisión de Selecciones –los mismos que no estaban seguros de proponerlo como DT ante la casi imposición de Julio Grondona-. ¿Renunció y lo aceptaron unánimemente, o lo fueron?
En la segunda parte de su irrupción, el Vocero de la AFA, Ernesto Cherquis Bialo, sentenció: “el Checho no fue despedido. En una charla cordial, amistosa y amena, Grondona habló con Batista, quien puso su renuncia a disposición”. Quedará para la anécdota los términos en los que finaliza el vínculo entre el entrenador y la entidad de la calle Viamonte, vínculo que se terminó de rubricar en plena Copa América.
En este caso, el resultado obtenido en la Copa América, sumado al Tevez Gate y un proyecto que a los dos partidos (sendos empates con Bolivia y Colombia) obligó al cuerpo técnico a repensar en la táctica, incurriendo en contradicciones, parece ser el abanico de por qué habría sido destituido del cargo. El que se mete por la ventana, se termina yendo por la ventana.
El cónclave entre los componentes de la Comisión de Selecciones: Luis Segura (Argentinos Jrs), Marcelo Contreras (Godoy Cruz), Juan Carlos Crespi (Boca Jrs), Julio Grondona Jr. (Arsenal), Noray Nakis (Deportivo Armenio) y Germán Lerche (Colón) los encargados de organizar y llevar a cabo todo lo referido a los Seleccionados, está claro que no sólo deberían revisar lo que acontece en la Mayor, sino también apuntarle a lo que está más abajo, en donde los seleccionados menores no sólo que no dan resultados como otrora, sino que tampoco surgen nuevos valores. Y también deberían poner a consideración lo hecho hasta el momento por Carlos Bilardo, en un puesto de los tibios, no hablando de fútbol por “respeto” al entrenador de turno, y una función más administrativa que tampoco termina de cerrar. Y también la de Humbertito Grondona, otra de los cráneos a la par de Bilardo, para validar el actual proyecto, o evaluar alternativas.
“Todas las personas relacionadas con las selecciones están en observación”, afirmó Cherquis. Perazzo, Garré, Olarticoechea, toda la estructura bajo la lupa. Es casi imposible abstraerse de un análisis sin resultados, pero en este caso, referencian una metodología deficiente, y un encare de las competencias con muchas dificultades para poder volver a estar en los primeros puestos.
Los mejores están contadas veces, ya que los clubes juzgan que su necesidad de exprimirlos y retenerlos para su beneficio, es más inmediato a cualquier competencia Sub X. Y también, el padecimiento de no formar especialistas para el día de mañana reforzar a la Mayor, y que la cantidad supere a la calidad, obligan a replantearse un diagnóstico global del fútbol argentino: es un espejismo tener un número incalculable de jugadores en el mejor nivel de competencias mundiales, y en los mejores clubes, mientras cada 6 meses en nuestras tierras se produce la sangría de los mejores, que cada vez emigran con menos edad y formación por sumas irrisorias de dinero, pero que año tras año siguen gastando a cuenta de lo que no tienen y sus presupuestos siguen escalando.
Es un momento en donde ya no se permiten medias tintas, donde de nada servirá ponerse una curita, cuando es mucho más seria la enfermedad. Momento de reflexionar, de no escaparle al bulto y hacer una autocrítica medular, y de asumir que hoy el fútbol nuestro está partido, y que dejó de ser lo que era.




IVÁN ISOLANI