18:57 ACEITADA LA MÁQUINA RAFAELINA



Los errores de uno, capitalizados por el otro. La falta de conocimiento de uno, contra lo aceitado y lo laburado del otro. Rafaela rubricó en la segunda etapa todos sus buenos argumentos colectivos ante un Olimpo de Bahía Blanca que pagó cara una de sus equivocaciones. La Crema es, hasta el momento, único puntero del Apertura. Contundente, ordenado y sin apuro por perder la regularidad de sus actos.
Pese a no concretar en acciones netas de gol, ambos tuvieron la sana intención de tratar bien el balón. Jugando y tocando en la mayoría de las ocasiones por el piso, no comprometiendo la tenencia con pelotazos largos, y sí intentando avanzar con la construcción simple y sencilla de pases cortos, y al compañero mejor ubicado.
La aguja no viraba, no se adelantaba por ninguno de los dos. Se quedaba pancha en la sombra neutral del empate. El centro de operaciones y de cumbres era el círculo central y sus inmediaciones. Desde ahí, Musto por un lado, y Fissore por el otro, eran los encargados de recuperar y rápidamente buscar al compañero de fórmula por ese sector para que inicie el circuito de juego.
Hasta que, a los 38’, un desparecido en acción hacía su ingreso triunfal a escena. El creativo rafaelino Nicolás Castro, plantó la pelota a escasos metros de la línea lateral. Unos 30 metros lo separaban de la quintita de Tombolini. El racimo de camisetas se fue hundiendo hasta imposibilitar tanto la salida a cortar y la visión nítida del 1. El envío, con pita de centro, se convirtió en una bomba que el arquero no supo –ni pudo- desactivar. La Crema sacaba una luz entre tanta paridad.
Con el resultado a favor, Atlético compactó sus líneas rodeando las inmediaciones del área defendida por Sara Le cedió tanto la posesión como el protagonismo a Olimpo. Y verdaderamente fue el mayor de los males para el Aurinegro, porque todas las buenas pinceladas del primer tiempo, se tradujeron en mucha lucha, mucho ir hacia delante, pero sin conocer el secreto del éxito en cómo hacerlo realidad.
A los 20’, con el retroceso a defensa a diciembre, una contra rápida tras una mala cesión del Toti Ríos en mitad de cancha, que provocó un desorden generalizado. Un remate de Castro que Tombolini despejó hacia el costado, Federico González lo tomó y, por no ser egoísta, le cedió el gol a Gandín que venía con el cuchillo entre los dientes relamiéndose por el punto penal. Al momento del pase a la red, se interpuso el lateral paraguayo Aquino, que según el juez Mariano González, la tocó con la mano. El propio Chipi, con suma tranquilidad, engañó a Tombolini y agrandó la ventaja.
Otro error en la salida de Olimpo, con Tejera queriendo amagar donde se debe ser expeditivo, y Walter Serrano, apretando bien arriba, se la robó y tuvo su premio, definiendo por lo alto para firmar la goleada. Sin atenuantes. El restante de tiempo sirvió al menos, para que Olimpo se llevara algo. Un pase de Vega para que Bareiro, casi a quemarropa, ejecutara con la cabeza a Sara y marcara el descuento insuficiente.



IVÁN ISOLANI