El Vélez de Ricardo Gareca cayó como visitante 2-0 frente a la Liga de Quito en el partido de ida por un lugar en la final de la Copa Sudamericana. Los únicos dos tantos del partido los convirtió el argentino Hernán Barcos y con dicha victoria el elenco de Edgardo Bauza dejo al conjunto fortinero con la obligación de ganar por goleada el día martes 29 en lo que será la revancha.
El primer tiempo fue relativamente parejo debido a que si bien el que acosó constantemente al rival fue la Liga los muchachos de Vélez también supieron crearle situaciones de peligro a pesar de cargar con la complejidad de la altura y el clima a cuestas. De todas formas si los primeros 45 finalizaron 0-0 fue primero por la destacada actuación del uno velezano Marcelo Barovero y segundo por las flojas definiciones por parte de los delanteros del local al momento de la concreción de las jugadas.
Prácticamente desde el vestuario, a los 3 minutos del complemento, se abrió el marcador a favor de los ecuatorianos a través del siempre peligroso Barcos quien desvió un envió de Ezequiel González y puso el 1-0 tranquilizador para su equipo.
A partir de allí los de Bauza decidieron replegarse en su campo y dejar que el desgaste lo haga Vélez, el conjunto local simplemente quiso apostar a alguna contra bien sacada aprovechando la velocidad de sus mediocampistas ofensivos o a alguna genialidad de su 9 Barcos solo en el mediocampo rival. Evidentemente fue allí donde el Fortín intentó, con más corazón que juego claro, convertir algún gol salvador que le diera más comodidad para la revancha pero ese esfuerzo indudablemente sobre el final le jugó una mala pasada.
A los 38 minutos, ya con un Vélez fusilado, liquido las acciones nuevamente Barcos a través de violentísimo derechazo desde un ángulo cerrando dejando sin nada que hacer a Barovero y culminando con toda esperanza fortinera.
La Liga Universitaria ha sacado un gran resultado a su favor y está claro que las cosas quedaron complicadas para Vélez, pero ya se verá que sucede el martes en el José Amalfitani donde indudablemente el elenco de Gareca deberá salir a quemar las naves si quiere llegar a la final frente al ganador de Vasco Da Gama y Universidad de Chile.
El primer tiempo fue relativamente parejo debido a que si bien el que acosó constantemente al rival fue la Liga los muchachos de Vélez también supieron crearle situaciones de peligro a pesar de cargar con la complejidad de la altura y el clima a cuestas. De todas formas si los primeros 45 finalizaron 0-0 fue primero por la destacada actuación del uno velezano Marcelo Barovero y segundo por las flojas definiciones por parte de los delanteros del local al momento de la concreción de las jugadas.
Prácticamente desde el vestuario, a los 3 minutos del complemento, se abrió el marcador a favor de los ecuatorianos a través del siempre peligroso Barcos quien desvió un envió de Ezequiel González y puso el 1-0 tranquilizador para su equipo.
A partir de allí los de Bauza decidieron replegarse en su campo y dejar que el desgaste lo haga Vélez, el conjunto local simplemente quiso apostar a alguna contra bien sacada aprovechando la velocidad de sus mediocampistas ofensivos o a alguna genialidad de su 9 Barcos solo en el mediocampo rival. Evidentemente fue allí donde el Fortín intentó, con más corazón que juego claro, convertir algún gol salvador que le diera más comodidad para la revancha pero ese esfuerzo indudablemente sobre el final le jugó una mala pasada.
A los 38 minutos, ya con un Vélez fusilado, liquido las acciones nuevamente Barcos a través de violentísimo derechazo desde un ángulo cerrando dejando sin nada que hacer a Barovero y culminando con toda esperanza fortinera.
La Liga Universitaria ha sacado un gran resultado a su favor y está claro que las cosas quedaron complicadas para Vélez, pero ya se verá que sucede el martes en el José Amalfitani donde indudablemente el elenco de Gareca deberá salir a quemar las naves si quiere llegar a la final frente al ganador de Vasco Da Gama y Universidad de Chile.
CRISTINA LA ROSA
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