16:06 TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A ESTA ACTUALIDAD


Como no se fue, lo fueron. Omar Asad dejó de ser el entrenador de San Lorenzo de Almagro por decisión dirigencial. Jugadores apuntados, pibes con responsabilidades de referentes, dirigentes colapsados por la situación dentro y fuera del césped y peleados todos contra todos. La barra, impune haciendo y deshaciendo puertas adentro. La promoción y el fantasma de otro grande en desgracia. Un proyecto con fecha de vencimiento en una institución que no resiste ni el más mínimo de los soplidos, y eso que le dicen El Ciclón.
Cuando el río suena… La derrota con Unión de ayer fue la confirmación, la frutilla de un postre que indigestó. Cómo hablar de proyecto cuando absolutamente todos los productos de esta ecuación no componen una unidad. Sin destino unánime, dentro y fuera de la cancha las cosas están haciéndose espantosamente mal. Jugadores aburguesados, son flanco directo de críticas y, demostraciones apáticas y faltas de jerarquía como la gran mayoría de este ciclo, derivaron en el pedido de cabeza del fusible más sencillo de sacar del medio, el DT. El peor de todos los males que sobrevuelan al equipo de Bajo Flores, se acabaron con la ruptura del contrato de Asar seguramente. Un ciclo que tuvo 18 partidos, 9 derrotas, 4 victorias y 5 empates.
El entrenador saliente, buscó y rasgó las piedras para revertir la caída libre del equipo. Probó nombres, esquemas, revolvió en el piberío ante la falta de rebeldía de los más grandes, pero no hubo caso. No le encontró la vuelta a un grupo carente de jerarquía individual y para estar a tono de las circunstancias. Más de uno está buscando nuevos aires, y otros, quejándose por las volteretas de Asad, como si ellos cambiaran la ecuación.
Desde los encargados de comandar al club los hechos no los han respaldado. Todos peleados entre sí, ni bien asumieron como gobierno, se encontraron con una realidad abrumadora, que los superó.  Ahora, más que emplazarse en un plan estructurado y serio, con plazos naturales pero intentando siempre progresar, se encargan de taponear los baches que van surgiendo en el camino. Si estamos en el baile, bailemos…
La promoción es una realidad. Los números rojos están a la vuelta de la esquina si no se ponen los pies sobre la tierra. Mientras los ascendidos y los     que iniciaron esta temporada en peores condiciones que el Azulgrana facturan puntos y toman distancia, San Lorenzo de a poco se va hundiendo más en un microclima asfixiante, que se devoró varios proyectos. Un grande en desgracia, al que todos le mojan la oreja futbolísticamente, y cada vez haya menos luz en un horizonte bastante oscurito.
 
 

IVÁN ISOLANI
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