La Copa Davis fue la última actividad oficial de la temporada para los argentinos. La tristeza de haber caído en la final , no empaño la fiesta que vivió el tenis ayer en la localidad de Burzaco , donde ya hace tres años se juega este cuadrangular como cierre de año. Aunque faltan aún algunas exhibiciones para cerrar el 2011. La primera es la Copa Almirante Brown, en el club San Albano, donde David Nalbandian y Juan Mónaco van a jugar la final hoy viernes (desde las 17.30) después de haber ganado en la jornada inicial del mini-torneo.
Abrió con la victoria de Pico por 6-4 y 6-2 sobre Juan Ignacio Chela y cerró con la de David por 6-4 y 6-0 sobre el chileno Nicolás Massú. "Siempre es un placer jugar en Argentina a pesar del cansancio que traemos de la Davis. Tenemos pocas oportunidades en el año. También sirve que haya otras canchas más allá del Lawn Tennis", dijo el cordobés.
La temporada de David Nalbandian tuvo un noviembre distinto. La puesta a punto para la final de la Copa Davis le impidió gozar de las vacaciones que habitualmente tiene en ese mes y le alargó un año que, si bien no lo tuvo jugando demasiados partidos por las lesiones que interfirieron en su calendario original, se le hizo más extenso. Y no tendrá punto final este 2011. Todo será una continuación para el unquillense. Incansable.
David aterrizó el lunes en Ezeiza, en el avión de Iberia que venía desde Madrid, y de allí se fue en un vuelo privado a Córdoba. A los tres días regresó para Buenos Aires a disputar la Copa Almirante Brown y la próxima semana tendrá otra exhibición: la Copa Argentina, que acostumbra a jugar todos los años. Y luego, con breve descanso de por medio, comenzará la pretemporada pensando en el Abierto de Australia, que comienza el 16 de enero. Es decir: trabajo físico, tenis, algún reposo y festejo por las Fiestas, estarán en un mismo combo. “Paré una semana en Estocolmo (octubre) para recuperarme de una lesión. Y después de la Davis me tocan las exhibiciones. No viene mal seguir jugando partidos”, contó ayer Nalba en la sala de prensa del Club San Albano (Burzaco) tras su triunfo ante Nicolás Massú por 6-4 y 6-0.
El calendario del rubio estará acorde, como cada año, con las series de Copa Davis. Justamente, terminará en el cemento australiano y luego contará con unos 10 ó 15 días (según cómo le vaya en el Grand Slam) para preparase sobre arcilla. Claro, Alemania, el primer rival por la Ensaladera en el 2012, esperará a la Argentina con polvo de ladrillo bajo techo. Y él ya está pensando en la eliminatoria que de Bamberg, del 10 al 12 de febrero. “Será una serie muy dura. Tenemos que ir con el mejor equipo para después poder aprovechar la localía”, anticipó Nalbandian.
Así está el Rey, embalado, con entusiasmo, con sed de revancha tras la final perdida con España. Su temporada no tendrá descanso. El parece no necesitarlo. Seguirá sin cortar el ritmo y, si las molestias físicas no lo estorban, se podrá ver una gran versión.
Abrió con la victoria de Pico por 6-4 y 6-2 sobre Juan Ignacio Chela y cerró con la de David por 6-4 y 6-0 sobre el chileno Nicolás Massú. "Siempre es un placer jugar en Argentina a pesar del cansancio que traemos de la Davis. Tenemos pocas oportunidades en el año. También sirve que haya otras canchas más allá del Lawn Tennis", dijo el cordobés.
La temporada de David Nalbandian tuvo un noviembre distinto. La puesta a punto para la final de la Copa Davis le impidió gozar de las vacaciones que habitualmente tiene en ese mes y le alargó un año que, si bien no lo tuvo jugando demasiados partidos por las lesiones que interfirieron en su calendario original, se le hizo más extenso. Y no tendrá punto final este 2011. Todo será una continuación para el unquillense. Incansable.
David aterrizó el lunes en Ezeiza, en el avión de Iberia que venía desde Madrid, y de allí se fue en un vuelo privado a Córdoba. A los tres días regresó para Buenos Aires a disputar la Copa Almirante Brown y la próxima semana tendrá otra exhibición: la Copa Argentina, que acostumbra a jugar todos los años. Y luego, con breve descanso de por medio, comenzará la pretemporada pensando en el Abierto de Australia, que comienza el 16 de enero. Es decir: trabajo físico, tenis, algún reposo y festejo por las Fiestas, estarán en un mismo combo. “Paré una semana en Estocolmo (octubre) para recuperarme de una lesión. Y después de la Davis me tocan las exhibiciones. No viene mal seguir jugando partidos”, contó ayer Nalba en la sala de prensa del Club San Albano (Burzaco) tras su triunfo ante Nicolás Massú por 6-4 y 6-0.
El calendario del rubio estará acorde, como cada año, con las series de Copa Davis. Justamente, terminará en el cemento australiano y luego contará con unos 10 ó 15 días (según cómo le vaya en el Grand Slam) para preparase sobre arcilla. Claro, Alemania, el primer rival por la Ensaladera en el 2012, esperará a la Argentina con polvo de ladrillo bajo techo. Y él ya está pensando en la eliminatoria que de Bamberg, del 10 al 12 de febrero. “Será una serie muy dura. Tenemos que ir con el mejor equipo para después poder aprovechar la localía”, anticipó Nalbandian.
Así está el Rey, embalado, con entusiasmo, con sed de revancha tras la final perdida con España. Su temporada no tendrá descanso. El parece no necesitarlo. Seguirá sin cortar el ritmo y, si las molestias físicas no lo estorban, se podrá ver una gran versión.
Fuente: Olé.com
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