
En el comienzo, el local volcaba naturalmente las vías de salida de su campo y la transición de agredido a agresor. Con el tándem entre Maxi Velázquez y Mancuello, se hacía ancho el terreno y buscaba desde ese sector, sacar algunos de los contención del Arse y liberarle espacios a Pacheco o Nico Martínez.
Arsenal se plantaba en corto y en constante reducción de espacios entre las dos líneas de 4, con Ortiz y Leiva metiendo la colita cerca de los centrales, y taponeando las bandas con el ida y vuelta de Sena y Mosca.
Las acciones se tornaban espesas, con muy poca visibilidad de sociedades productivas que desequilibraran en espacios mínimos. Y si no había conexión ni juego asociado, la vía era el pelotazo, rompiendo con la idea de concebir las acciones en y desde la mitad de cancha, y buscar alguna diagonal o desmarque.
Poco y nada pasaba en el complemento. El transitar por el medio se congestionaba de piernas y malas acciones, que de algún modo iban condicionando el trajinar de unos y otros. Hasta que, a los 15 minutos, Leguizamón encaró por izquierda y se llevó a la rastra a Tuzzio y Galeano, y mandó un buen centro al segundo palo, para que Sergio Sena marcara de cabeza el primer gol. Con poco, con escasos argumentos propios, pero aprovechando falencias del rival, los del Viaducto sacaban pecho en el Libertadores de América.
Para terminar de colmar la paciencia del hincha rojo, Choy sacó a pasear a Maxi Velázquez y, cuando entraba por el costado de su ataque, clavó un zurdazo cruzado que se le metió en el ángulo más alejado a Gabbarini. Un muy buen gol del uruguayo para confirmar el resultado, y hundir más al equipo de Garnero.
Cuando faltaba poco para el final, Patito Rodríguez llegó al fondo por derecha y mandó un buen centro para que, en el punto del penal, Galeano cabeceara y la colocara al lado del palo izquierdo de Campestrini. La del empate la tuvo en sus pies Parra, pero la volea se fue por arriba del travesaño.
IVÁN ISOLANI
0 comentarios:
Publicar un comentario