19:59 COPA DAVIS: HISTÓRICA CONSAGRACIÓN DE SERBIA‏



Serbia se consagró hoy por primera vez en su historia campeón de la Copa Davis gracias al triunfo en el quinto y último punto de Viktor Troicki por 6-2, 6-2 y 6-3 frente al francés Michael Llodra.
La serie había quedado ayer 2-1 a favor de Francia pero hoy el local Novak Djokovic comenzó a dar vuelta la historia cuando venció en el cuarto punto a Gael Monfils por 6-2, 6-2 y 6-4. Para el quinto y último punto estaba previsto que se enfrenten el serbio Janko Tipsarevic y el francés Gilles Simon pero ambos capitán decidieron cambiar a los jugadores.
Tipsarevic y Simon fueron reemplazados por Troicki y Llodra, respectivamente, quienes ayer jugaron el partido de dobles, que culminó con una gran victoria de los franceses tras perder los dos primeros sets.
Por el lado de Francia, Michael Llodra salió a jugar el quinto punto con toda su experiencia a cuestas, mientras que Troicki arrancaba el match decisivo como una verdadera incógnita pese a estar ubicado en el puesto 30 del ranking mundial. Pero el serbio jugó el mejor partido de su vida, le pegó a la pelota más fuerte que nunca y transformó a Llodra en apenas un partenaire de semejante definición.
El francés, uno de los mejores voleadores del mundo, insistió una y otra vez subiendo a la red pero Troicki lo pasó por los costados y por arriba tantas veces como quiso.
El resultado fue lapidario y apenas tuvo un poco de suspenso en el tercer set cuando tras ir ganando por 4-1, Troicki perdió su saque y Llodra ganó el suyo para descontar a 4-3.
Pero en el juego siguiente, el serbio ganó el game en cero y para no dejar ninguna duda le volvió a quebrar el saque al francés para ganar el partido más importante de su vida.
Ni bien terminó el encuentro, los serbios desataron un loco festejo, que incluyó rapada de cabeza para Djokovic.
Pese a la derrota, los franceses demostraron ser un grupo muy unido ya que además de los cuatro convocados en Belgrado estuvieron presentes los también jugadores Joe Wilfried Tsonga, Richard Gasquet y Julien Benneteau.

ADRIÁN ORDOÑEZ