Un equipo el que ataca, y un equipito el que defiende. La línea media los divide. Cargado de argumentos, con hombres que hacen la diferencia, pero atrás, se derrumba porque la transición no es óptima y los del fondo fallan en conceptos básicos. Así, desequilibrado, el Sub20 de Perazzo otra vez mostró chispazos en los metros decisivos, y también concedió demasiada facilidad para una decente Venezuela. Araujo marcó en el inicio del segundo tiempo, y un puñado de minutos después, Orozco aprovechó un mal despeje de Andrada para poner cifras definitivas.La actitud de los chicos fue distinta a las anteriores presentaciones. Desde el fondo, Pezzella dirigía a la última línea y la sacaba bien lejos del área grande. Intentaba jugar más adelantados para acoplarse a espaldas de los dos contenciones, Bataglia y Cirigliano, que transpiraban del centro a las puntas para que el poker de hombres destinados a funciones ofensivas se asociaran para producir las situaciones.
De situaciones para llegar al gol, la Argentina tuvo en demasía. Pivoteando y también buscando la individual, Funes Mori desperdició varias. Pero, al no tener carrileros, y quedar demasiado desarmados los dos volantes centrales ante la cuantificación de hombres de la Vino Tinto, comenzó a ofrecer concesiones, a dejar huecos y, de no ser por las buenas intervenciones de Andrada. Otra hubiera sido la historia.
Porque Venezuela se floreaba con su creador, con el moreno Orozco, que aprovechaba la co participación de los del fondo argento, que intentaban ordenarse en línea, pero los laterales tenían que adelantarse para ayudar en el medio, pero dejaban muy solos a los centrales de River, Pezzella y González Pires. Así, el 10 de los caribeños, sumado al buen toque y la movilidad de los delanteros, más de un hueco encontró en su búsqueda.
En el complemento, los pibes intentaban por la zona e Michael Hoyos, que con pases y sus decisiones, cargaba con la gestación del juego, y trataba de contagiar a los desaparecidos Mauro Díaz y Sergio Araujo. Justamente, el punta que cuida como el agua Boca Juniors cuando apareció, fue clave. Aprovechando un quedo del defensa Chancellor ante un centro de Funes Mori, el Chapulín definió dentro del área chica.
A los 19’, y en la primera que tuvo rubio ingresado Febres, buscó un centro al corazón del área, y entre la indecisión de los centrales para despejar, Andrada la sacó pero el rebote lo usufructuó Orozco, que como venía la cabeceó igualó las acciones.
IVÁN ISOLANI
abetsen@gmail.com
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