11:59 DEGUSTACIÓN APROBADA EN SAN JUAN


Uno entiende el bullicio de gritar los goles por parte del pueblo sanjuanino. Uno hasta se alegra por la presencia en cancha de jóvenes valores que fin de semana tras fin de semana se destacan en este fútbol argento que no tiene término medio: o muy pibes o muy experimentados. La franja intermedia, todos lejos de estos pagos. Pero, quién le quita lo bailado a Mouche, que con su buen arranque de 2011, se calzó la Albiceleste y, ayer ante una debilucha Venezuela, hizo su estreno en la Mayor y nada menos que con un doblete. Pochi Chávez y Luciano Aued completaron la faena nacional, mientras que Arizmendi había anotado la transitoria igualdad.
El remozado estadio del Bicentenario en la provincia cuyana, fue el epicentro de una fiesta. Desde la previa, el partido fue una simple excusa para unirse y festejar. En cancha, Batista situó algo muy similar a lo que intenta pregonar con los europeos. Un tapón patrullando por todo el centro como Yacob, y por delante dos hombres de buen pie, como Chávez y Valeri por izquierda. Y arriba, la permanente rotación de Moralez, preferentemente por la izquierda, Defederico flotando y Mouche explotando su habilidad más adelantado.
Es cierto que el rival no cooperó demasiado. Flojo en defensa, apelando a dar el paso hacia adelante, fue blanco de constantes piques al vacío por sorpresa. Así se abrió el marcador, cuando Valeri rompió y fue a buscar un pase pinchado de Defederico, y el volante de Lanús le cedió el gol a Chávez, que la dejó picar y le rompió el arco a Moralez. La noche se empañaba un poco, cuando un quedo de Pillud, que no cerró a espaldas de Lisandro López, y le permitió a Arizmendi igualar transitoriamente.
Pero estaba visto que, cuando se lograran juntar los que saben, la nacional tenía grandes chances de profundizar. Otra genial habilitación de Defederico, de primera para dejar sin efecto el estatismo de los lungos y lentos centrales venezolanos, y por el centro, Mouche definió cruzado de zurda. Ya en el complemento, y de contra, el wing Xeneize condujo en un unipersonal que, lo tenía a Sperdutti abierto por derecha y al Enano Moralez por el sector izquierdo, y antes de pisar el área, sacó un remate esquinado que se le hizo imposible al 1 de la Vino Tinto sacarla.
Momento de cambios, para que todos vieran acción. El trámite era claramente el de un amistoso. Ya con más arrestos individuales que colectivos, el Nacho Aued capturó un rebote casi en la medialuna y, abriendo el pie zurdo, marcó el cuarto y definitivo. Victoria que sirve para sumar, y para ver sangre nueva. Personalmente, en dos puestos: lateral derecho, con Yacob y Gastón Díaz, y empezar a ver un recambio para Mascherano, con el capitán Yacob sacando la cabeza en un puesto en el que, el Checho Batista, necesita alguien que se faje para que los demás jueguen y se desplieguen.




IVÁN ISOLANI
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