18:57 BIEN BICHI ESTE COLÓN


Estudiantes no es implacable como local, y Colón despliega su mejor versión lejos del Cementerio. Con esta conjunción, sumado al buen trabajo del conjunto Sabalero en el costado defensivo, cumpliendo con la premisa de neutralizar las armas del rival, para luego ser preciso y no desperdiciar las pocas pelotas que le iban a quedar a los de arriba.
Por malas decisiones de los encargados de habilitar a la Gata y a González, el Pincha no plasmaba su supremacía ante un Colón demasiado tibio, y muy recostado en su campo. Verón comandando alternadamente el primer pase con Braña, no encontraban la conexión con el Pitu Barrientos que validara las apariciones y piques al fondo de los carrileros.
Colón era un equipo corto, con dos líneas de 4 rígidas, que tenían a los del fondo tratando de achicar detrás de los volantes para comprimir la zona de gestación del Pincha, y poder así evitar que se filtrara algún hombre de gris picando desde atrás. Pero el póker de medios cada vez, retrocedían más, porque Díaz no siente tanto el tener que volver marcando la escalada de Mercado, que lo terminaba sometiendo. Porque Barrientos se hacía el eje del circuito ofensivo a espaldas de Prediger y Ledesma, y obligaba al Sabalero a levantar la guardia para no comerse ningún sopapo, y dejar sin efecto a Acosta y a Fuertes flotando lejos de Orión.
Estudiantes era muy superior. Por Barrientos, que en cada una de sus intervenciones, hacía que se acrecentara el nivel de peligrosidad para el arco de Pozo. Además, porque la visita no mostraba más credenciales que las defensivas. Hasta que, en la primera que Colón pudo hacer una visita guiada hasta la casa de Orión, ubicando a sus volantes en la cobertura más cerca de los puntas, el Bichi Fuertes se logró dar vuelta ante su marca casi sobre el vértice derecho, desenfundó una mediavuelta rastrera que, a medida que iba acercándose a la posición de Orión, se le fue abriendo de su estirada y se terminó metiendo pegada al poste.
En el complemento, el conjunto platense empezó a ejecutar el plan cómo sea para poder pardar el score. Adelantaba fichas, sacaba defensores y juntaba delanteros en cancha para poder vulnerar la zona de los tres cuartos de un Colón que resistía tranquilo, sin sobresaltos, por las escasas rupturas de las dos líneas de 4 bien apretadas. Lo cierto es que, a partir de la ventaja obtenida por medio de su goleador, Colón no volvió a sufrir como en el 0 a 0. 
Podría haber ampliado diferencias, de no haber sido por la falta de contundencia para manejar las contras. Recién a los 45', el Pipa Higuaín peleó una pelota y aprovechó la soledad para habilitar a Damián Díaz, que cuando salía Orión le amagó y, con el arco libre, definió pegadito al palo.

 

 
IVÁN ISOLANI