18:39 CHICHARITO Y COREANITO


La solidez contra la aspiración a ser. Un equipo contra un cúmulo de nombres que supieron ser y que hoy por hoy navegan por caminos perpendiculares. El Manchester United sacó a relucir el cartel de serio aspirante a dar pelea por la UEFA Champions League. El inoxidable Ryan Giggs, que con sus 37 abriles, fue el gestor de los tantos del mexicano Javier Hernández, y del coreano Ji-Sung Park, uno en cada período. Didier Drogba, había colocado la transitoria igualdad para los de Londres.
El urgido Chelsea salió naturalmente a capturar el balón lo más lejos posible de Petr Cech, y a tratar de someter con intensidad, al andamiaje defensivo del United. Más vertical y haciendo el gasto físico, trataba de volcar su línea de medios en campo rival t poder controlar el trámite del encuentro. Cosa que nunca pudo, porque le faltaba resolución en los últimos metros.
Manchester, de a poco, y con sus armas marcadas, se fue acomodando y, hasta la puerta del área, dejaba hacer. Giggs no es Scholes, entonces Carrick le costaba batallar en soledad. Pero hacia adelante, la liviandad y la ligereza de Nani para ser el primer eslabón en las contra, le daba la chance a los diablos de replegarse para luego desprenderse y buscar los espacios.
Casi al final de la etapa, entre O'shea y Giggs construyeron una pared que destruyó la oposición del Chelsea por la derecha, y con tiempo y espacio, el galés mandó un centro venenoso por lo bajo, y por el segundo poste apareció el Chicharito Hernández, que en dudosa posición la empujó para abrir el marcador.
El niño Torres, demostraba que su nivel no le da como para retener por mucho tiempo a Tito Drogba sentado cerca de Ancelotti. El DT italiano lo mandó a la cancha en el complemento, y gracias al marfileño, los espacios y las situaciones comenzaron a aparecer. Tirando diagonales, pivoteando de espaldas a Van der Sar para entrar en el circuito de juego de su equipo, Drogba entraba más rápido en el trámite del partido. Otro que entendía cómo y por qué caminos buscar, era el brasilero Ramires, que tenía bien tomados los tiempos desde el círculo central, y justamente, un pase suyo pinchado para Drogba, que agarró mal parado a Vidic, hizo que el gran delantero empatara el match con un potente disparo cruzado.
Un gol más y el Chelsea daba el golpe. Pero, tan sólo un minuto después, apenas 60 segundos transcurridos, y lo que le había costado tanto tiempo poder realizar, se le desvanecía como arena entre los dedos. Giggs puso una asistencia perfecta para la diagonal a espaldas de Ivanovic, para la entrada del coreano Ji-Sung Park, que controló y cuando salía Cech, la cruzó de zurda. Desde el resultado, por un momento lo tuvo realmente a tiro el Chelsea, pero desde la actitud y la forma de encarar la serie, el United demostró una madurez inédita para los dirigidos por Ancelotti.


BARCELONA, SÓLIDO

Ya había cuasi sentenciado la serie en su terruño. Esta visita a Donetsk era tan sólo un formalismo para el colectivo Barcelona. Y así fue, porque no tuvo problemas mayores para volver a deshacerse del Shakhtar. Con la Pulga Messi imparable, el blaugrana teñido de verde moderno, volvió a pasearse por un campo de juego y a desplegar un fútbol de alto vuelto. La combinación Dani Alves-Messi aparecía en el país ex URSS para demostrar que la vigencia de una sociedad continúa vigente.
Ambos conjuntos abrocharon su pase a las semifinales. Manchester United espera por el vencedor de la llave que se definirá en Alemania mañana, entre el Schalke y el Inter, y que tiene al equipo teutón arriba en el marcador por 5 a 2. Mientras que el equipo Culé, se medirá contra el vencedor del Tottenham y del Real Madrid, con un 0-4 parcial para los Merengues.



IVÁN ISOLANI
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