21:37 A MEDIA MÁQUINA TAMBIÉN SE PUEDE GANAR


No hay que gastar los mejores cartuchos en la primera jornada. El rival, apenas un invitado de última a la fiesta. Más respeto y admiración por los gigantes de la TV que oposición misma. Esa fascinación, a la hora de entrar a la duela, se transformó en algo más que respeto, y esos gigantes se transformaron en los imparables de siempre. Scola haciendo daño en la pintura, el tapado de Paolo Quinteros y la especialidad de la casa: los bombazos detrás de los 6,75 metros.Fue paliza, 84 a 52 para arrancar metidos en el torneo continental.

Es cierto que el quinteto titular es harto conocido entre sí, con más de una década junándose entre transiciones, concentraciones y buenas actuaciones. Lo que varió, con el correr de los años, fue el protagonismo de cada una de sus piezas. Ginóbili –la adoración máxima del rival- atrayendo marcas para que los escondidos, pero eficaces externos, pudieran desnivelar a distancia.

En la primera mitad se vio la artillería pesada, con Scola dominante en los tableros, sacando máxima rentabilidad a todo su arsenal de recursos a la hora de pescar rebotes en ambos tableros. Nocioni y su bravura para no dar ninguna pelota por perdida, y con el Pipa Juan Gutiérrez haciendo el trabajo sucio para por lo menos, sacar a relucir algunos consejos del viejo Fabri Oberto en esa posición. Ojo, no todo fue lucha para el pívot de Obras, aportó también en el score, con 12 unidades.  

La ausencia del Lancha Delfino no se extrañó, porque tampoco fueron necesarias ultimar al máximo la máquina. El banco, con Paolo Quinteros a la cabeza, ayudó para que los titulares descansaran y no tuvieran que exigirse.

Lo mejor, hoy, no iba a verse. En este tipo de torneos, el punto máximo se aprecia con el correr de los partidos, cuando la alquimia une las piezas para hacer un todo. Esta generación dorada sabe de grupos unidos y de grandes equipos, y al saberse locales, sacarán todo de su repertorio para lograr la clasificación a Londres 2012.





IVÁN ISOLANI