14:18 SE GANÓ A LO PUMA



Qué patriada. Cuántas emociones retenidas en la muda garganta madrugadora. Emoción por una victoria sufrida, por las lesiones, por los guerreros caídos. Por la historia. Por esas lágrimas conjugadas con la lluvia de Wellington de guapos como Roncero o Ledesma. De robles del interior de nuestras fronteras que dieron y dan el lomo por ser un Puma. Por Felipe, que se bancó ese dolor intercostal insufrible, pero en su mente estaba la tarea de guiar al rebaño. A su rebaño de jóvenes con estirpe, con garra, con huevos. Este agónico try de Lucas González Amorosino, gambeteando con una cintura propia de un Saviola o un Messi, cuando las papas quemaban, y lo que parecía un partido chivísimo contra un rival que fue superior y contra las lesiones y el destino, significó el triunfo esperado.
En el debut contra Inglaterra, rápidamente habían quedado out Felipe Contempomi y Tiesi, dos pilares para esta estructura edilicia del Tati Phelan. Hoy, tuvieron que abandonar la cancha antes de tiempo el Corcho Fernández Lobbe y el Rorro Roncero, incansables caudillos que aportan mucha experiencia en el rugby de elite.
La mano siempre estuvo torcida. Primero por el biotipo del encuentro, similar al primero versus los ingleses. Ríspido, a puro tacle y fuerza, y con pocos metros para ir avanzando en fases. Maximizado por la lluvia, que hizo que la cancha estuviera muy rápida y desconfiada a la hora de buscar los kicks al fondo y los piques. Además, en este tipo de batallas, donde todos los errores de traslado y manejo pueden significar una acción peligrosa en propio ingoal, había que ser inteligente y preciso.
Precisamente a eso apeló el 15 escocés. Percutiendo cuando se pudo, con buena utilización del pie tanto con su fullback Chris Patterson como con su apertura Ruaridh Jackson, que marcó un penal a distancia y un drop excelente. Esa fue una diferencia sustancial, porque desde esa acción, Escocia supo descansar lejos de sus zona de 22 y mantener a los forwards argentinos en una posición más defensiva.
Pero como dicen los especialistas en este deporte, el Cardo, cuando se enchufa tiene buenos pasajes de juego y armas como para complicar a cualquiera. Por el lado de sus wings, Max Evans cada vez que tomaba vuelo y rompía con su velocidad, marcaba la tendencia y era capaz de poner en dudas a un conjunto albiceleste cansado y con mayor constricción al juego corto y lento, de avance metro a metro.
Con la entrada del experiente Dan Parks, el seleccionado europeo ganó en precisión para las patadas, y también una opción más para cerrar el trámite con los drops. Cuando parecía que, justamente que el propio Parks establecía un colchón de 6 puntos difícil de levantar a falta de 10 minutos, Vergallo comenzó una buena sesión de pases laterales hacia la derecha, que continuó con Felipe, que en el momento indicado en el que salía el centro Graeme Morrison la siguió abriendo para la entrada del Chelo Bosch, que profundizó el avance por el ciego para el ingresado Lucas González Amorosino, que entró para ser fullback pero recordó sus bases de wing, y se mandó tremendo spring de velocidad y regates para, sacarse 3 tipos de encima con suma facilidad y eludir el cierre de Evans para llegar al try tan esperado. Felipe con su patada puso el 13-12 final.
Los últimos minutos fueron para el infarto. Defensa a puro tacle y disciplina para no cometer infracciones que deriven en penales. Con la responsabilidad de ir a buscar puntos, Escocia se encontró con esa garra puma que, en situaciones como ésta –recordemos el mundial del ’99 contra Irlanda- surge con más fuerza que nunca.
Todavía queda el encuentro con Georgia del 1 de Octubre, y a Escocia le queda el clásico con Inglaterra. Pero el partido era éste. Y el verdadero rival era éste. Se ganó a lo Puma. Con corazón y tesón.



IVÁN ISOLANI