20:30 MADURA LA CREMA



Las cosas que tiene el fútbol. Cómo de un tiempo al otro, la cosa pasó de castaño a oscuro. Como una moneda, Lanús presentó una sobria cara en el inicio, con pinceladas aisladas de buen juego asociado. Pero en el complemento, la debacle. En apenas 12’, el viento viró y pasó a perderlo y a tener dos hombres menos por expulsión de Regueiro y de Izquierdoz. Ciclotimia pura y mucha inmadurez en la personalidad colectiva.
Vayamos por orden. a. S.T. (antes del Segundo Tiempo), el partido fue sumamente equilibrado. Equivalente porque la ideología de ambos está más emparentada con el juego al ras de piso y la unión de hombres de buenas calidades para armar los respectivos circuitos de fútbol.
Regueiro y su posición flotante era de lo más peligroso en cancha, que recibía limpio y purificados pases provenientes de Camoranesi y Valeri, dos que junan. Rafaela, modesto y sin mucho brillo, se armaba a partir del zurdo Alexis Nicolás Castro, y con la peligrosidad que pudiera generar la rapidez de Federico González en los últimos metros.
La apertura del marcador llegó a los 19 minutos, cuando Lanús progresó con una sucesión de toques por derecha, llegando al fondo Valeri para ceder al medio para la entrada del uruguayo Pereyra, que no fue egoísta y la abrió para Super Mario Regueiro, que definió con simpleza ante la salida de Sara. Justificado. Mostrando algunas credenciales interesantes, el Granate era más en la tarde rafaelina.
La Crema, sin ideas claras ni caminos por dónde hacerse fuerte, se desvanecía en cada intento, pensando indirectamente en su resistencia a la victoria ante su público. Todo esto se revirtió en cuestión de minutos. Por virtud propia y por negligencia del rival, que volvió de los vestuarios dormido y lo terminó pagando sumamente caro.
A los 5 minutos, un córner que peinó Sbrun en el primer palo, y Marchesín abajo alcanzó a sacarla cuando se metía, pero en el rebote, Fabricio Fontanini lo ejecutó para clavarla bien arriba y marcar la igualdad. En la siguiente jugada, cuando Regueiro intentaba salir con la pelota dominada por la izquierda, aparejado por Sbrun, se le salió la cadena y lo conectó unas 3 veces hasta que Baldassi, espectador vip, le mostró la roja directa.
A los 10’, de un pelotazo del arquero Sara e área a área, el pique que no favoreció a Gandín sí lo hizo con Federico González, que entrando por derecha definió cruzado para dar vuelta el marcador. Y como frutilla del postre, Castro se escapaba haciendo malabares por la izquierda, y el central Carlos Izquierdoz, totalmente desacomodado y fuera de timing, lo bajó contra los carteles laterales, y como estaba amonestado, al árbitro no le quedó otra que mostrarle la otra tarjeta y expulsarlo.
En 12 minutos, la aguja pasaba de un extremo al otro. Cómo puede haber tantas desconcentraciones y desatenciones juntas, y todas influyentes en el destino del encuentro.
Cauteloso, hasta miedoso, la Crema se tiró atrás para cuidar su quintita, y abroquelándose en las inmediaciones del búnker de Sara, trasladar la responsabilidad a Lanús, que fue sin muchos conceptos ni argumentos, pero el final ya estaba cantado.


IVÁN ISOLANI