Trazando un paralelo entre este magro encuentro entre Arsenal y San Lorenzo de Almagro, ambos miraron sus cartas, y no tenían más que caballos y figuras. Parda la primera, tuvieron que jugar su mejor carta sí o sí. Y ahí, el Arse laburado de Gustavo Alfaro sacó a relucir todo su back up de repeticiones para ganarle al subdesarrollado y en constante ciclotimia equipo de Bajo Flores. Por una trepada de Adrián González en la media hora del complemento, el equipo del Viaducto hundió un poco más a San Lorenzo en todo su microclima complicado.
Ambos no escatimaron en aportarle modestia al trámite. Arsenal, destinado desde el armado de su técnico, a fortalecer el juego por las bandas, haciendo amplio al terreno para morir, indefectiblemente, en envíos para buscar por lo alto a los dos puntas bien definidos esperando dentro del área. Y lo del San Lorenzo, una prolongación de lo que viene mostrando. Apático y con desacoples notorios en la faceta individual, ni hablar de lo colectivo.
El doble 5 de ambos, más pendiente de la custodia defensiva y de coordinar para cubrir espacios, pero sin intervención a la hora de darle sentido a la línea de la pelota. Ahí ganó el conjunto de Sarandí, menos pretencioso a la hora de exigirle generación a su doble pívot, total, todos y cada uno de los avances transcurrieron por los carriles laterales. Sí complicaba el progreso fluido –por lo menos en apariencia- del Santo de Boedo, porque a Ortigoza la dirección del balón siempre le fue esquiva, y el equipo quedaba rengo de la sociedad con el Pipi Romagnoli, que naufragó todo el partido sin poder intervenir.
Como no fue un encuentro lleno de situaciones de gol, había que ser certero a la hora de llegar al área rival. Lo fue Arsenal, recién a los 30 minutos del segundo tiempo, cuando Caffa acertó en la puntería y en la rapidez para cambiar de frente, y ubicar a Adrián González, que apareció por detrás de todos y sin marca, le rompió el arco a Migliore para decretar la ley del ex.
Sin armas, San Lorenzo se debatió en su escasa producción ofensiva y la impotencia de no andar derecho. Como conclusión, Arsenal, con lo mínimo e indispensable, evidenció mayor rodaje ante un rival que, promediando el Ecuador y más del certamen, acumula más dudas y problemas que certezas.
IVÁN ISOLANI
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